por Gerardo López
Una de las colecciones de arte más importantes a nivel mundial, la Colección Sgarbi –establecida en Ferrara, Italia-, trae por primera vez a México 40 obras de arte italiano clásico al Museo Nacional de San Carlos (MNSC), buscando entablar un diálogo con las obras del recinto.
La exposición titulada Teoría de la belleza. Pintura italiana en la colección Sgarbi presenta un importante panorama del arte italiano, del siglo XV al XVIII. Conforma un recorrido por el trabajo de artistas prodigiosos de la época como Artemisia Gentileschi, Tiziano, Paolo Caliari, Guido Cagnacci y José de Ribera, entre otros, ofreciendo una mirada a la pintura universal y atemporal que ha servido de inspiración a grandes creadores hasta la actualidad.
Al reflejar el fruto de las distintas escuelas de pintura en Italia, la selección es significativa por formar parte de las 300 piezas de una de las colecciones privadas más notorias de Europa, fundada por el historiador y crítico de arte internacional Vittorio Sgarbi (Ferrara, 1952). Su objetivo es la búsqueda constante de la belleza, concepto que rige las diversas temáticas de la exposición, entre las que destacan retratos, vírgenes, pasajes religiosos, alegorías, mitologías y hechos históricos.
Lo que comenzó como una inclinación por la literatura, se transformó en un nuevo proyecto en 1983, cuando el coleccionista emprendió su vocación humanista que lo ha llevado a coleccionar piezas de los más diversos perfiles.
Sgarbi reconoce que las piezas artísticas son bienes espiritualmente universales.
Las obras de arte me habían parecido ideas, pensamientos, no cosas.
La muestra se compone de cuatro módulos que abordan distintas temáticas: El arte en la religión como medio de comunicación a las masas; el género retratístico en el Renacimiento; la composición del arte narrativo en la pintura de historia y temas bíblicos; hasta la revaloración de la mitología grecolatina, reinterpretándola a través de alegorías, como consecuencia del humanismo derivado del Renacimiento.
En síntesis, se presentan por primera vez en América las formas y el movimiento de la pintura renacentista, al igual que el dramatismo y las elaboradas composiciones del arte barroco de la Colección Sgarbi. Es así que el MNSC cumple con su propósito, al comunicar y exhibir el arte del Viejo continente en sus instalaciones.