La poesía es una forma de expresión humana a través de la estética del lenguaje. Aparentemente inerte en la palabra impresa en el papel, la esencia poética logra trascender su soporte hasta el punto de conmovernos al leerla, ¿pero qué pasa con la voz poética y su capacidad sonora?
Para esta edición, el Festival Internacional Poesía en Voz Alta.16 (PVA.16) cuenta con una programación especialmente encauzada a esta característica de la poesía y que ha sido poco explorada en otros festivales literarios alrededor del mundo. Durante seis días —del 5 al 10 de abril—, Casa del Lago alberga en sus instalaciones las presentaciones de 20 creadores artísticos provenientes de Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Suiza, Uruguay y México; mientras que respecto a las lenguas originarias nacionales se contará con poetas de Chiapas, Guerrero y Yucatán.
Con la intención de fortalecer el intercambio cultural, Poesía en Voz Alta (PVA) cuenta por primera vez con un programador extranjero: la poeta, ensayista, periodista y performer suizo-alemana Nora Gomringer (1980) —hija de uno de los padres de la poesía concreta, Eugen Gomringer (1925)—, quien ha participado anteriormente en el Festival.
El programa repleto de actividades escénicas, talleres gratuitos y charlas con poetas que estructuró Gomringer, se basa en el juego de conceptos. Utilizando el lema Consonancias poéticas. Complicidades sonoras, PVA.16 busca unir el trabajo de poetas contemporáneos provenientes de distintas regiones, por medio de la musicalidad poética como punto de unión y colaboración.
“Estoy interesada en el poeta: no en el que escribe al margen de la sociedad sino el que lo hace en el corazón de la misma; experimentando y reconociendo que él o ella son un miembro de una sociedad contemporánea y, por lo tanto, un agente político. Nuestro mundo consiste en sonido, y los poetas no solamente varían por su contexto emocional y político, sino que también se diferencian por el contexto sonoro-psicológico de su idioma, y eso se ve reflejado en sus producciones poéticas”.
Asimismo, la memoria juega un rol determinante, ya que de Alemania vendrá el trío Munka Klangkollektiv, que desarrollará un registro sonoro durante los seis días del Festival y lo presentará como una pieza artística en el Espacio Sonoro de Casa del Lago. Actualizada día a día, la pieza irá creando collages sonoros al grabar partes de las presentaciones, voces del público, sonidos ambientales y adiciones musicales del propio trío. Una vez finalizado el proyecto se podrá escuchar aquí.
De Estados Unidos, se presentará uno de los exponentes de la poesía beat: la docente, curadora y activista Anne Waldman (1945). Poeta performática de vasta obra, especializada en la hibridación experimental con la intención de radicalizar el lenguaje para llevarlo a distintos niveles estéticos y mentales. Reconocida internacionalmente como una figura contracultural, fundó con Allen Ginsberg la Jack Kerouac School of Disembodied Poetics en Colorado, y ha colaborado con músicos como Joan Baez y Bob Dylan. Con una poesía enérgica y apasionada —cercana a la de Whitman y Ginsberg—, Waldman inauguró PVA.16 al lado de su hijo Ambrose Bye (1980), compositor, músico y productor.
Lento, pero constante era el flujo de los visitantes que comenzaban a congregarse en el Espacio Sonoro del recinto para escuchar la pieza introductoria que el Munka Klangkollectiv había preparado para su participación en el festival.
Un desfile de sonidos emanó alterna y simultáneamente de los ocho altavoces repartidos en el área. Primero como un murmullo y después de manera estrepitosa ruido blanco, voces hablando en distintos idiomas y el ritmo de percusiones electrónicas inundaban el ambiente en el que paulatinamente los presentes se sumergían. Unos movían los pies en consonancia con lo que escuchaban, otros cerraban los ojos dejándose llevar y algunos más intercambiaban comentarios discretamente sobre lo que percibían. Aplausos, gritos y silbidos del público celebraron la introducción, para dar pie a la experimentada poeta contracultural Anne Waldman, acompañada por las composiciones musicales de su hijo Ambrose Bye; la poeta, armada con uno de sus libros y el micrófono principal, mientras que su hijo con su teclado electrónico y su sampler.
Cargada de una impetuosa musicalidad lírica, la voz de Waldman resonaba con vehemencia, a pesar de la ausencia de acompañamiento adicional, en un inicio. Poemas como Makeup on Empty Space, Jaguar Harmonics: Person Woven of Tesserae, Problem-Not-Solving y Manatee/Humanity destapaban la esencia escondida en sus versos, que cobraban vida con la voz de su autora.
Progresivamente Ambrose Bye se entrelazaba con las palabras que fluían de su madre, a través de ligeras melodías ambientales que iban desde el downtempo hasta el jazz, potenciando el efecto estético que el absorto público percibía de lo que escuchaba y veía.
Tras el transcurso de casi una hora bajo el influjo de un lirismo experimental —sin perder su cualidad de activismo social— inspirado en la literatura de la generación beat en Estados Unidos, la audiencia respondió positivamente a la presentación y con la ascensión de la noche, poco a poco fueron partiendo del centro cultural y del Bosque metropolitano satisfechos con lo que presenciaron.
Todos los poetas
Buddy Wakefield (1974) es otro poeta estadounidense que forma parte de la programación. Tricampeón mundial de spoken word, autor de docenas de libros y ganador de numerosos debates colegiales y competencias de oratoria, Wakefield se despreocupa de la definición de poesía y en sus performances llenos de humor y sentimiento escupe la palabra cruda sin preocupación alguna.
Considerado un artista intermedia, W. Mark Sutherland (Canadá, 1955) llega al Festival con su práctica híbrida en la que la poesía se mezcla con la música, las artes visuales y el performance como método de exploración de las relaciones humanas con el sonido. Para su presentación en Casa del Lago recitará una serie de poemas sonoros con la ayuda de un sintetizador, una máquina de escribir, un iPad, micrófonos y demás aparatos que producen ruidos electrónicos.
Por su parte, la escritora y artista performática Maud Vanhauwaert (Bélgica, 1984) indagará en las formas creativas de la poesía para su presentación. Figura reconocida en la literatura europea, la obra de la poeta neerlandesa se caracteriza por su humor y su enfoque de género, empleando recursos únicos que llamarán la atención de personas de todas las edades.
Proveniente de Alemania, Heike Fiedler (1963) es una escritora, poeta multilingüe y artista performática. Utilizando la composición y la improvisación, Fiedler hace transitar su poesía a través de laptops, papel y loopers en sus presentaciones. También ha colaborado en el mundo musical con proyectos multidisciplinarios; publicado en diversas revistas y grabado en discos compactos.
Del mismo país llega Dirk Huelstrunk (1964), reconocido poeta sonoro y de spoken word, escritor, docente y curador. Influido por el dadaísmo, el surrealismo, el Fluxus, la poesía beat, el arte pop y la poesía sonora electrónica, Huelstrunk es pionero de la Poesía Slam en Alemania. En el Festival presentó un proyecto que consiste en esculturas hechas de palabras y sonidos por medio de un pedal loop, que compone estructuras rítmicas y repetitivas.
En cuanto a las lenguas originarias de México, el Colectivo Ometeotl enriquece la programación con su música y sus mensajes de no violencia y anti-corrupción. Convocados por Mardonio Carballo —poeta, actor, periodista y asesor del festival—, la agrupación procedente de Tlapa de Comonfort, Guerrero, difunde el idioma náhuatl por medio del hip-hop, el rock, el ska y el reggae; también dando a conocer la cultura de las comunidades serranas del estado sureño.
Dando cabida a manifestaciones en dueto en esta edición, el poeta-performer mexicano Rojo Córdova (1986) y el poeta de beatboxing Dalibor Marković (Alemania, 1975) se presentarán juntos. Especializados en obras escénicas, ambos ofrecerán al público una propuesta en la que el ritmo poético cobra relevancia al combinarse con otros elementos sonoros.
En el mismo tenor, el poeta, ensayista y pintor de origen uruguayo Víctor Sosa (1956) saldrá a escena con el artista sonoro Javier Lara (México, 1970) para experimentar creativamente con la poesía y el sonido, resignificando las mismas prácticas.
Como resultado del objetivo de estimular la producción poética nacional y la convocatoria al Concurso del Festival Poesía en Voz Alta 2016 —realizada por segunda ocasión— se premiará al ganador David Rojas (1986) quien presentará su pieza La paradoja del economismo, la cual establece un discurso poético entre distintos lenguajes de manera irónica, sin dejar de lado la crítica.
Sur.dúo —conformado por Isaac Carrillo (Yucatán, 1983) y Enriqueta Lunez (Chiapas, 1981)— será el conjunto encargado de clausurar PVA.16. Esta apuesta sonora hermana la lengua maya y la tzotzil a través de la voz que fluirá en cantos, clamores y rezos que reverberan desde el pasado hasta la actualidad.
La conferencia For the Record, impartida por Sutherland el sábado 9 a las 17:00, dará a conocer la importancia de la poesía sonora en el transcurso del siglo XX.
“Que los poetas tengan 50 minutos en el escenario es algo que no pasa en otros festivales. Nos interesa que el público tenga la oportunidad de entender la poética a través de la acción poética; del poeta en el escenario que trabaja con sus poemas no solamente en el soporte del papel, también con su cuerpo, su energía, con la voz”, mencionó Ana Franco, coordinadora del festival.
También aprovechó para profundizar en el quehacer artístico del poeta, considerando que “el lenguaje del poeta es el que subyace al ejercicio humano más necesario y más antiguo que tiene que ver con la cultura y con la necesidad de construirnos como seres humanos”.
Cabe resaltar que la abundante participación de poetas alemanes se enmarca en los 50 años del Goethe Institut en México e igualmente PVA.16 se considera una actividad previa al inicio del año dual México-Alemania.
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