Si pensaste que sabías todo sobre los trabajos de Diego Rivera y Frida Kahlo, apuesto a que no sabías que ambos fueron precursores del arte pop, aún 20 años antes de los inicios de esta corriente artística en la década de los 50.
La pareja realizó un viaje a Estados Unidos después de que Diego fuera invitado a pintar un mural en la Bolsa de Valores en San Francisco, en el otoño de 1930. Fueron tres años los que permanecieron en ese país recorriendo otras ciudades como Detroit y Nueva York. La recopilación de datos, pensamientos, obras y experiencias vividas por ambos conforman la muestra Diego Pop Frida Pop, la cual revela cómo algunos aspectos de la cultura popular y de la naciente cultura de masas se ven reflejadas en la obra de estos dos artistas. La muestra, que permanecerá hasta el 7 de septiembre, se exhibe en la Galería Torre del Reloj (Miguel Hidalgo), ubicada en el Parque Lincoln, en Polanco.
Si los viajes son fuente de inspiración para cualquiera, ahora imagina lo que mentes como las de Diego Rivera y Frida Kahlo adoptaron en esta travesía por el mundo capitalista, desde un punto de vista comunista. Los resultados de estas observaciones están plasmados en obras como La Industria de Detroit, mural que realizó Diego a partir de la fábrica de Edsel Ford, y en el que detalló meticulosamente el proceso de la elaboración de automóviles por los obreros, desde la extracción de las materias primas, el fundido de metales, el prensado por máquinas gigantes, la fabricación de los neumáticos, hasta el ensamble final. La muestra incluye una pequeña simulación de este mural, ubicado en el Instituto de Artes de Detroit, para así tener una referencia visual de cada fragmento de la obra en las cuatro paredes del recinto.
La tecnología forma gran parte de esta presentación, a través de piezas interactivas en reproducciones de murales como Unidad Panamericana de Diego Rivera, obra que habla sobre el paso de la Revolución Industrial en las regiones americanas y el contraste que se lleva a cabo con la vida prehispánica, explicando los detalles del fresco con el simple hecho de colocar tu mano en la obra.
Una de las piezas más importantes de Diego Pop Frida Pop es una réplica de Fondos congelados (1931), de Diego Rivera, (la original se encuentra en el Museo Dolores Olmedo), una reflexión sobre su ideología comunistas y a la vez una crítica sobre la desigualdad de clases durante la crisis económica a la que se enfrentaba Estados Unidos en aquel entonces, mejor conocida como la Gran Depresión.
Las obras de Frida Kahlo también tienen una fuerza significativa en la muestra, pues la pintora siempre ha sido un ícono de la moda por sus elegantes trajes de tehuana, los cuales empezó a utilizar tras su boda con Diego en 1929. Su obra Autorretrato en la frontera entre México y Estados Unidos (1932), Retrato de Luther Burbank (1931)–cuyo original también es parte de la colección del Museo Dolores Olmedo– y El tiempo vuela (1929) también serán vistos en el recorrido. Mi vestido cuelga aquí (1933) fue quizá la obra más crítica de Frida sobre su viaje a Nueva York, siendo una pieza importante en la exposición, pues aquí utiliza una técnica conocida como pintura collage, también desarrollada en el pop art.
“Lo principal de la obra es cómo ellos captan la sociedad estadounidense, sus costumbres, su cultura y cómo esto los nutre con inspiración para sus obras”, comentó para Arte y Cultura el productor de la muestra Diego López Rivera, nieto del emblemático pintor.
Conoce el porqué de las obras de estos artistas, conoce cómo la historia de Estados Unidos y los cambios sociales como la Revolución Industrial se vieron a través de los ojos de dos de los artistas más importantes de la historia de la pintura, con Frida Pop Diego Pop en la Galería Miguel Hidalgo.