“Una fotografía es un secreto sobre un secreto, cuanto más te cuenta menos sabes”.
Diane Arbus
¿Alguna vez se han puesto a pensar sobre lo que significa un retrato o autorretrato? Esta especie de ritual, que ha ido extendiéndose desde el invento del daguerrotipo hasta la inclusión de una cámara a dispositivos móviles, está sustentado en raíces psicológicas y filosóficas de las cuales probablemente no tengamos conciencia al momento de capturar la imagen propia o de alguien más.
Seguramente habrá diversos artículos, ensayos y libros en torno a la necesidad de capturar físicamente la imagen de nosotros mismos y quienes nos rodean, pero qué mejor que descubrirlo intuitiva y directamente, a través de la serie de retratos que forman parte de la nueva exposición del Museo de la Ciudad de México: Retratos. Colección Fundación MAPFRE de Fotografía.
Enmarcada en el Festival Internacional FotoMéxico 2015 —que cuenta con 130 exposiciones en 20 estados del país—, en la sección de Colecciones Internacionales, la muestra se compone alrededor de 200 fotografías de 23 autores reconocidos de diversas partes del mundo. Lo más sorprendente es el hecho de que es la primera vez que la Colección se presenta en su totalidad, así como la vastedad del arco temporal que abarcan las imágenes: desde 1916 hasta 2013.
“Es un honor que sea en una ciudad con una tradición fotográfica tan importante como la Ciudad de México. Debo confesarles que cuando Elena (Navarro) nos invitó a formar parte del festival y nos propuso que presentáramos nuestra colección teníamos cierto recelo porque es joven, se está formando todavía y no sabíamos si era demasiado pronto para presentarla”, comentó Carlos Gollonet, el conservador de la misma y curador de la exposición.
Esta antología del retrato —que estará disponible hasta el 7 de febrero de 2016— se divide en tres secciones y presenta el trabajo de fotógrafos como Robert Adams, Diane Arbus, Harry Callahan, Joan Colom, Dayanita Singh, Walker Evans, Lee Friedlander, Alberto García-Alíx, Cristina García Rodero, Emmet Gowin, John Gutmann, Jitka Hanzlová, la mexicana Graciela Iturbide, Richard Learoyd, Helen Levitt, Anna Malagrida, Fernando Maquieira, Lisette Model, Nicholas Nixon, Robert Frank, Fazal Sheikh, Paul Strand y Garry Winogrand.
Gollonet también resaltó la importancia del material gráfico en exhibición y destacó que los visitantes podrán “encontrar algunas obras maestras de la historia de la fotografía”.
Ciudades es la primera sección, la cual muestra a las calles como escenario y a los actos cotidianos como protagonistas, encarnados por medio de personas anónimas de todas las edades y de diferentes condiciones. Estos retratos urbanos se separan del estilo tradicional y buscan representar a individuos en su entorno habitual, revelando acciones que vemos todos los días, pero no estamos acostumbrados a observar detenidamente.
Comunidades busca reflejar las prácticas culturales de grupos sociales que comparten historias y tradiciones. En vez de tener como contexto a las grandes urbes, esta sección tiene lugar en pueblos y pequeñas ciudades donde el silencio tiene mucho que decir.
Por último, la muestra finaliza con Artistas y modelos, que tiene un carácter más íntimo. Los espacios personales adquieren un renovado vigor al ser el lugar donde se capturan los rostros que expresan las particularidades del individuo contemporáneo: la soledad, la identidad y la memoria. Estas fotografías —que incluyen también autorretratos—representan un retorno al retrato de la pintura renacentista, cargadas de un fuerte contenido emocional.
De esa manera, en conjunto, la muestra es pertinente al presentar un siglo de retratos en un solo lugar, porque logra establecer un diálogo a través del tiempo y una interrelación entre fotografías que muestran distintas perspectivas de la realidad y de concebir el mundo, además de que sirven de inspiración para las futuras generaciones de fotógrafos.
Igualmente, la amplia visión del retrato se establece en un lugar muy peculiar, donde el tiempo y la memoria son ejes rectores, mientras que son percibidas en las emociones compartidas que trascienden las imágenes, emanando felicidad, amor, soledad, desesperación, tristeza, fraternidad, vida y muerte. Sin duda, Retratos. Colección Fundación MAPFRE de Fotografía, nos hará reflexionar sobre el acto de fotografiar y hará que dicha acción no sea la misma después de verla.