Por Sara Maldonado
Idalia Candelas llegó sola a la entrevista, pero tarareando en su mente la rola Sarah, de Alex Cuba, que había puesto a Lola, su querida Pitbull mientras se alistaba para salir.
“Siempre estoy cantando, le pongo música a ‘Lola’, porque se estresa cuando mira que me estoy arreglando para salir. Luego escuché Azul de Natalia Lafourcade, en el camino. Sí, estoy soltera, pero no me siento sola para nada, porque ha sido por decisión propia. Eso no quiere decir que no me gustan los hombres, de hecho me encantan. Cuando empezó todo esto yo estaba saliendo con alguien, pero era una persona que ni entendía lo que yo quería hacer y le daba exactamente igual; de pronto dije por qué por no estar solo, aceptamos estar con personas con quienes ni siquiera nos identificamos. Me siento muy afortunada porque siempre he tenido buena suerte para tener pretendientes. Pero llegó un momento en mi vida en el que dije: ‘Ya quiero estar con alguien con quien de verdad quiera estar’. Hice este libro porque el sueño de mi vida era dibujar y decidí dedicarme a eso de manera profesional (apenas hace año y medio). Ver este libro con todos mis dibujos es lo mejor que me ha podido pasar”.
A Idalia no le costó nada de trabajo escribir ni ilustrar: “Era como la plática que estamos teniendo tú y yo ahorita, fue como explicar primero por qué hice esos dibujos y por qué yo veo de esta manera y después, contar pequeñas anécdotas también de personas que conozco y que viven solas”.
…“Nadie influye en mis tiempos
ni en mis planes. El acto de comunión es solo
entre el canto de los pájaros y yo”.
Lo que no se atreve aún a hacer es ir al cine, ¿o ya lo hiciste?: “(Entre risas) No todavía no. Ya fui a un concierto sola, nunca lo había hecho. Me regalaron solo un boleto para ver a mi grupo favorito (Radiohead) y pensé: Qué voy a hacer ahí sola, voy a brincar y a quién voy a voltear a ver para gritar. Me fui, se me olvidó y mucha gente ahí hasta adelante iba sola. Te olvidas al instante de esos prejuicios”.
Vivió en Veracruz, para alejarse de la Ciudad de México y crear A Solas, de Editorial Planeta; fue el tiempo en que aprovechó también para viajar sin compañía en algunos sitios de la República que la inspiraban. “Tenía muchos años queriendo viajar sola, pero les contaba a mis amigos y siempre se me pegaba alguien. Me gusta la idea de sentarme frente a un edificio, mirar a la gente; disfruto de ver las copas de los árboles el tiempo que yo quiera, sin presiones, y dibujar”.
…“Ni triste ni feliz. Hay momentos buenos
y malos. Mientras yo esté conmigo,
mi espíritu vive en paz
Disfruto de mi propia compañía”
No está aislada del mundo
“Vivir solo no quiere decir que estás aislado del mundo, yo cuento en el libro un poco de mi historia y la de mis amigos y eso quiere decir que puedes estar viviendo con tus papás, con tu familia, estar casado o tener hijos; pero se trata de que disfrutes esos momentos en tu casa: en calzones, tomar el té. En mi caso, me caigo tan bien, que disfruto esos momentos conmigo. Después salgo y convivo con el resto del mundo”.
Sin planearlo, a Idalia le resultaron ilustraciones de mujeres con rostros distintos pero que reflejan paz: “Esa es la manera en la que yo vivo todo esto. Aunque sería una tontería que yo dijera que todo el tiempo estoy feliz porque no es verdad. Hay momentos buenos y malos y lo hablo en el libro”.
…”Un golpe de felicidad en el corazón”
“Dibujar va creciendo en mi corazón, como cuando amas tanto a alguien que de pronto explota y tienes esa necesidad de buscarlo. Así tengo esa necesidad de que salga ese dibujo del corazón. Me gusta mucho hablar de amor y la pasión, porque me parece que somos muy afortunados cuando tenemos en nuestra vida esas cosas”.
…”Hace tiempo decidí no jugar más a tenerte en todos lados”
“Comparto mis anécdotas también acerca del desamor. Amé mucho a una persona y aposté porque eso funcionara hasta que dije, vamos a poner un alto, esto no funciona. Me tocó a mí en la vida. Las mujeres que aparecen en el libro, las hice sin pensar, y mis amigos dicen que soy yo, depende del humor en que ando. ¡Se parecen un poco a mí, sin querer!”.
Leer sus imágenes al pasar las hojas puede llevar al lector a pensar que nos hemos casado con tantas ideas y prejuicios que llevamos cargando y no nos dejan ser libres. Para la autora, dibujar la libera, la música la acompaña y expresarse de esta manera la lleva al encuentro con ella misma, cosa que disfrutan ahora los nuevos lectores de todas las edades, quienes la acompañaron esta semana en la Feria del Libro del Zócalo, en la Ciudad de México.
[Se escucha: “I’m just a lucky so and so”, de Diana Krall]
“Un abanico de personas se sintieron identificadas conmigo en la Feria. Llegaron hasta niñas a que les firmara su libro y a contarme lo que hacen solas porque disfrutan tomar sus decisiones. Se acercó una señora de 60 años, diciéndome que vive sola y que le gusta invitar a sus amigas y salir con ellas. Un hombre se identificó también, dijo: ‘Me encanta, me la paso muy bien’. Y una mujer casada con hijos que también disfruta de sus momentos a solas”.
Una lectura ágil y breve con ilustraciones a lápiz, tinta y acuarela, que evocan los lugares donde ha vivido; Idalia sugiere leerlo con música, por lo que tiene una “playlist” en Spotify y en Youtube: “La música es muy importante, mientras dibujo escucho canciones que evocan mi infancia. Les dejé a mis lectores, desde jazz hasta rock”.
Ya prepara la segunda parte. Mientras tanto…
…“Estoy con lo mejor de mi vida: yo”.