El jazz mexicano es una realidad poco conocida y el pianista Alex Mercado es uno de sus estandartes. Técnica limpia al ejecutar, riqueza en sus composiciones, creatividad al hacer arreglos, despliegue de una gran inventiva en sus improvisaciones, son algunas de las características que lo han ayudado a colocarse como referente de esa escena de jazz nacional que en los años recientes se ha expandido y ha comenzado a ubicarse bajo los reflectores de los medios de comunicación, en parte gracias a la atención que atrae la música su música.
La formación musical de Alex comenzó desde muy temprana edad y sus aptitudes para improvisar le valieron una beca en el Berklee College of Music, en Boston, de donde se graduó con honores. Fue la influencia del pianista Keith Jarrett -uno de los maestros del jazz de vanguardia-, que lo llevó a dedicar su vida a la música.
Para 2016 ha acumulado 20 años de trayectoria, una gran lista de colaboraciones con músicos como Antonio Sánchez o Magos Herrera, y tres producciones discográficas de material original, es decir, escrito por él. Para un jazzista mexicano, tener un repertorio tan amplio de composiciones propias significa estar un paso adelante en una comunidad de músicos que aún pulen sus habilidades interpretativas; significa también ser un escaparate de vanguardia para un público nacional que cuenta con una limitada cantidad de entendidos; al mismo tiempo, sienta un modelo a seguir en un ambiente cuyo fuerte es la conservación y difusión de las tradiciones primigenias del género.
La vanguardia de Alex Mercado consiste en desarrollar un estilo propio, a partir de la amalgama entre el lenguaje musical más puro del jazz y las tendencias modernas.
The Watcher, su primer disco, salió al mercado en el 2012 y es una pieza que recurre al formato de trío, conformado en esa ocasión por Aarón Cruz en el contrabajo y Gabriel Puentes en la batería. En Symbiosis, que fue editado en 2014, se hace notar bastante más ese influjo de la música clásica en las composiciones de Alex, y es que la obra de pianistas del romanticismo como Chopin o Rachmaninov, ha sido también su fuente de inspiración; en este álbum participaron el baterista Antonio Sánchez y el contrabajista Scott Colley.
Hace algunos meses, Alex decidió emprender un viaje de carácter introspectivo con destino a la ciudad de Nueva York, al estudio Systems Two Recording -el mismo donde grabó Symbiosis-, esta vez para imprimir sus más recientes composiciones de piano solo, bajo el título de Refraction.
Continuando con la línea conceptual de los discos anteriores, el título de esta nueva pieza se refiere, de forma analógica, al proceso a través del cual el artista le ofrece al mundo su propia interpretación de la experiencia de vivir, en forma de texturas, colores, melodías, emociones, etc.
Se grabó en un solo día y es una fina obra que refleja la intimidad de la etapa por la que está pasando Alex, un momento de reflexión sobre la forma en que ha evolucionado el género en nuestro país y las posibilidades que él tiene para contribuir a este desarrollo.
Los invitamos a deleitarse con las canciones de Refraction en vivo, hoy jueves 21 de enero, en el Zinco Jazz Club.
El Zinco Jazz Club está ubicado en Motolinia 20, esquina con 5 de Mayo, Centro Histórico. Sus puertas abren a las 9:00 pm y el recital comienza alrededor de lss 10:30 pm.