Cuando nuestro entorno nos ofrece tragedias, disturbios constantes y desorientación por todos lados desde niños, sólo se podría esperar un resultado desdichado como adultos, pero el coreógrafo Álvaro Restrepo ha demostrado que la danza puede curar hasta las heridas más profundas del alma.
Su trayectoria tuvo un inicio tardío, pues el colombiano comenzó a bailar a los 24 años de edad, después de haber estudiado piano por nueve años y filosofía por cuatro, para posteriormente trabajar por dos años en Bogotá con niños de la calle. Su pasión por el altruismo lo llevó a una escuela de artes escénicas, en donde adquirió los conocimientos necesarios para proporcionar un mejor apoyo a los niños, al enseñarles a utilizar el teatro como una forma de desahogo. Ahí conoció a la bailarina y actriz Rocío Jaramillo, quien le hablo por primera vez “con el cuerpo“ como él lo ha considerado.
Ahora de 58 años de edad, Álvaro Restrepo llega con su proyecto El Colegio del Cuerpo y la Compañía del Cuerpo de Indias al Festival Internacional Cervantino (FIC) con un homenaje al gurú de la danza butoh, Kazuo Ohno, en el Teatro Juárez el 17 de octubre a las 21:00 horas.
Con El Colegio del Cuerpo, Restrepo ha logrado ir más allá del arte y la cultura, al vincularse con el acontecer diario de la política y la sociedad, no sólo de Colombia, sino de todo el mundo.
La producción titulada Flowers for Kazuo Ohno and Leonard Cohen está compuesta por fragmentos de música del poeta y cantautor canadiense Leonard Cohen (a quien también se le rinde homenaje en la obra), la poesía de Federico García Lorca y la participación de Phillip Glass, que complementan la ejecución dancística de los 12 bailarines colombianos que conforman el montaje.
Flowers for Kazuo Ohno and Leonard Cohen se considera como una suit al estar compuesta por cuatro partes que no cuenta con una línea narrativa como tal. La obra cubre temáticas como la terrible condición humana, con pizcas de humor lúdico. La primera parte, de color negro, se define por un segmento teatral; la segunda, de color azul, se apoya en lo abstracto; el tercer segmento, de color rojo, se rige por la música de Cohen con interpretaciones de Nina Simone y los movimientos de Marie France, aderezados con una chispa de humor en la cuarta parte, que concluye con un epílogo compuesto por algunos poemas de Cohen, sacados de El libro del anhelo, y estimulado por la música de Phillip Glass.
“Lo más explícito de la producción es la androginia y el travestismo, la ambigüedad y los estereotipos entre hombre y mujer al igual que la naturaleza humana desde ambos puntos de vista”, comentó el colombiano.
Si pensaste que la magia de Japón, España, Colombia y Estados Unidos jamás se vería en una colaboración, esta es la oportunidad adecuada para presenciar el encuentro entre el Oriente y Occidente en un sólo escenario. Las melodías enigmáticas y fascinantes de Leonard Cohen por cantautores como Nina Simone y Anthony Johnson, el lenguaje corporal de Álvaro Restrepo y Marie France Delieuvin, fusionadas con la inspiración que motivó a Federico García Lorca y el espíritu de Kazuo Ohno harán del Teatro Juárez un lugar casi sagrado al alojar un montaje tan espectacular como éste.
Esta aportación multicultural dará mucho de qué hablar en el país después de su presentación, pues expondrá con su homenaje la importancia de estos personajes que son Ohno y Cohen, quienes han influido en la creación de arte de manera colosal.
Del niño desorientado e inquieto que solía ser Álvaro Restrepo, llega el artista devoto a la educación y la cultura, para dar a conocer el fuerte impacto que el arte tiene en países en conflicto, como lo han sido México y Colombia por varias generaciones.
Uno de las personas más influentes en la vida de Restrepo fue el fundador de la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela y el Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles, José Antonio Abreu, pues de esta amistad surgió el proyecto de la Compañía del Cuerpo de Indias.
Restrepo recuerda las palabras del maestro Abreu al decir que no hay forma más triste de violencia que negarles el acceso a la música y el arte a las personas, en especial a los niños.
Flowers for Kazuo Ohno and Leonard Cohen se presentara en el margen del Festival Internacional Cervantino y también ofrecerá dos funciones en el Centro Nacional de las Artes, el 23 y 24 de octubre, para después viajar a Mérida.