¿Te has dado cuenta de que los muros del Antiguo Colegio de San Ildefonso (ACSI) tienen mensajes hechos para los mexicanos? Si no es así, te contamos un poco de lo que te estás perdiendo.
La próxima vez que visites la antigua Escuela Preparatoria No. 1, abre bien los ojos, que puedes estar pasando por alto un pedazo de la historia de México. Arte y Cultura platicó con Jonathan Chávez, jefe de Voluntariado del ACSI, quien habló acerca del majestuoso acervo mural que aloja el recinto desde hace más de 80 años.
La iniciativa fue de José Vasconcelos, quien decidió que el arte fuera el vehículo por el cual el pueblo pudiera conocer su historia, que estuvieran orgullosos de ella y de lo que eran, ya que acababan de salir de una revolución y hubo una mezcla de culturas. Diego Rivera encabezó dicho movimiento y comenzó a pintar La Creación en 1921, que fue el primer mural que se realizó y se encuentra en el Anfiteatro Simón Bolívar del ACSI.
“El muralismo tuvo ese afán, ese interés o esa ambición: educar construyendo imágenes y que representaran algo para el otro que las veía y las recibía”.
Al muralismo en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, también llamado la cuna del muralismo, se sumaron artistas como José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Jean Charlot, Fernando Leal, Fermín Revueltas y Ramón Alva de la Canal.
“Muchos murales fueron destruidos y vueltos a hacer por los propios artistas, en el caso específico de Orozco”; esto habla de que había un interés y compromiso con el proyecto de José Vasconcelos.
El hacer un mural fue todo un reto para los artistas, pues eran pintores de caballete que jamás habían realizado algo similar. “Asumir la dimensión de un muro, adaptarse a él y desarrollar toda la construcción de una idea o de un concepto para darle un significado, debe ser un reto no solamente personal, sino también técnico y estético”, dice.
Las técnicas fueron el resultado de la experimentación. La encáustica la aprende Diego Rivera en Italia y la modifica; sustituye la cera de abeja por la cera de copal, que es mucho más efectiva y dura más; con esto él realiza La Creación. Otras fueron el fresco, que la mayoría usaba, y la incrustación.
“Es sorprendente ver desde la técnica la destreza con la que Orozco realizaba un mural al fresco; los murales se hacen por jornadas, pero Orozco de un solo tiro podía hacer la mitad de un mural, era sorprendente y más si consideramos que no tenía la mano izquierda”.
Los murales se pintaron en una etapa de aproximadamente 20 años, ya que hubo muchas interrupciones porque los estudiantes y el pueblo no lo aceptaban. Fue cuestionado, criticado y había un gran rechazo hacia este movimiento artístico, hasta llegar a agredir a los artistas y sus obras. Un ejemplo de esto es cuando Frida Kahlo, estudiante en la Escuela Preparatoria, y un grupo de amigos iban a molestar y arrojar cosas a Diego Rivera mientras realizaba el mural de La Creación.
Debido a esto, los murales tuvieron que pasar por varios procesos de restauración para poder preservarlos como se encuentran actualmente, ya que tenían graffitis y otras lesiones. Pasaron décadas para que los murales fueran revalorizados.
Pero no todo fueron malos momentos, varios artistas de otros países vinieron a México con la inquietud de ver y aprender sobre el controversial movimiento artístico y cultural, pues hizo bastante ruido. Con el tiempo fue reconocido, así como sus realizadores.
El fin de esto fue la educación, y quizás el pretexto para que el arte se generara y se construyera ese lenguaje, asegura Chávez. Había que plasmar de alguna manera esta idea de una nueva cultura mexicana, que renació a causa de la Revolución, y que esto se pudiera fomentar de manera positiva.
“Los murales son una referencia muy clara y te van mostrando ese inicio con el que nacieron, que era educar; pero al mismo tiempo te llevan a la reflexión de que, quien los realizó en ese momento, no se quedó solo con la idea de hacer algo con fines educativos sino también reflexivos, en donde la intención del artista ya va implícita”.
Se eligió el edificio de la Escuela Preparatoria porque era la casa máxima de estudios de ese momento, preparaba a los jóvenes, y posteriormente nació la UNAM para seguir con esta educación. José Vasconcelos hizo la preparatoria ahí, entre otras personalidades. Asimismo, también fue uno de los colegios jesuitas más importantes del virreinato, fundado por la Compañía de Jesús.
Estos murales son tan vigentes como la realidad mexicana lo es, afirma Chávez, puesto que al ver los murales te das cuenta que asemejan lo que estamos viviendo. Al parecer hay un fuerte estancamiento en nuestra sociedad.
“Sin duda alguna son una referencia obligada para todo aquel que estudia historia, arte, diseño o cualquiera de las disciplinas vinculadas a nuestro pasado, a nuestra realidad, debería conocer los murales de San Ildefonso porque en ellos va una parte de cada uno de nosotros”.