Febrero se vuelve sinónimo de arte contemporáneo en la Ciudad de México con la llamada semana de arte, a través de tres ferias de arte: Zona Maco (del 3 al 7 de febrero) en el Centro Banamex, Material Art Fair (del 4 al 7 de febrero) en Expo Reforma, y Salón ACME (del 4 al 7 de febrero) en Archipiélago.
Salón ACME llega a su cuarta edición con una selección de obras de diversos formatos: desde performances e intervenciones in situ, hasta el uso de la tecnología para crear robots y celdas solares.
Teniendo en esta ocasión a Sonora como Estado invitado, Salón ACME se sitúa en la escena artística contemporánea de la CDMX como una propuesta innovadora —y hasta necesaria—, que se estructura reflexionando en el pasado. Así como desde el siglo XVIII se exponía lo mejor del arte de distintas regiones en los llamados salones de arte —un claro ejemplo es el Salón de París—, Salón ACME busca replantear la forma de exhibir la producción artística de México albergando año con año distintas propuestas artísticas y curatoriales que llenen esos vacíos que frenan a los artistas a continuar creciendo y darse a conocer en el resto del mundo.
Sin caer en la clasificación de galería, ACME se erige como un espacio plural que reúne tanto artistas emergentes como consolidados, con diversos enfoques, discursos y disciplinas.
Su función principal es ofrecer un sitio así como difusión a artistas que no cuentan con el respaldo de una galería, mientras se enfocan en el público joven para generar en ellos interés hacia el coleccionismo.
La dinámica del Salón se configura mediante la selección de los artistas, por medio de una convocatoria abierta, que es coordinada por un consejo curatorial conformado en esta edición po: Patricia Martín, Gonzalo Lebrija, Óscar Benassini, Paula Duarte, Santiago Merino, Fritzia Irízar y Carmen Cebreros —curadora invitada como representante del Estado invitado—.
De cientos de propuestas que reciben para ser exhibidas en el Salón se eligen entre 50 y 60 artistas, los cuales venden sus obras en precios que oscilan desde 1,500 hasta 20 mil pesos, a diferencia de otras ferias y eventos como Zona Maco, que se enfoca en obras más costosas.
Otra ventaja que tienen los artistas que desean participar es que, si no son seleccionados, podrán contar con la asistencia del personal del Salón ACME para formar parte de la edición siguiente. O como explica Alejandro Champion, co-fundador de Mezcal Unión, Salón ACME y Proyectos Unidos Mexicanos (PUM):
“Es una manera de guiarlos, no nada más de batearlos sino que les decimos: ‘Mira, no te seleccionamos porque sentimos que tu trabajo sigue en un proceso de ejercicio y todavía no está consolidado el tema o no vemos una dirección clara o tu técnica la puedes perfeccionar de esta manera’; entonces les damos referencias y en segundas ediciones han quedado”.
Asimismo, comprometidos con el arte, han desarrollado proyectos satelitales alrededor de Salón ACME.
“Llevamos dos meses que presentamos en Nueva York en Groupie. Hicimos Salón ACME en 2014 y Proyectos Unidos Mexicanos en el que también participó Salón ACME. PUM es un proyecto que hacemos nosotros también donde invitamos colectivos de diseño, arte, arquitectura, astronomía, cine, y hacemos una feria gigantesca. Nos han invitado ferias de arte como Poppositions en Bruselas (Bélgica); ARCOmadrid (España) nos invita este año. Nos invitan como el Pabellón de México; también nos han invitado a la Feria del Millón en Colombia y hasta ahí vamos”.
Y respecto a la respuesta en el extranjero de su participación protagonizando a México, Alejandro asegura que ha sido acertada, lo cual se ha visto reflejado con la visita de coleccionistas de otros países para adquirir piezas de arte mexicano. Además la ubicación de Archipiélago resulta ventajosa para el Salón, al encontrarse frente a la galería Kurimanzutto.
“La respuesta es impresionante porque vienen coleccionistas que entienden el concepto. También está padre no gastar tanto y poderte llevar piezas de mucho valor. Se ha distorsionado el sentido del arte entre lo que más cuesta es lo que vale, y no tiene nada que ver con eso. Lo que vale es el talento y lo que está expresando el artista, y la intención que tiene detrás de la pieza”, enfatizó.
De esa manera no sólo se interesan especialistas en las obras, sino también gente que no está familiarizada con el mundo artístico, ya que Salón ACME muestra las piezas en un ambiente acogedor. Puedes recorrer las diferentes salas mientras escuchas la música de fondo y te tomas un mezcal producido artesanalmente, al igual que comer en el restaurante “La Ventanita” que se encuentra en el mismo lugar, o hasta visitar la barber shop de Brooks Brothers, uno de los patrocinadores del Salón en esta edición.
Tan efectiva ha sido su propuesta que, antes de la inauguración del Salón, ya tenían vendidas 22 piezas, y varios de los artistas que han participado con ellos ya son parte de galerías tanto nacionales como internacionales.
Igualmente es importante resaltar la trascendental acción de Zona Maco al abrir el camino para más proyectos y así establecer convertir durante esta semana a la CDMX en la Capital del Arte.
“Gracias a Zona Maco, la verdad, se ha despertado un interés por muchas más personas para desarrollar proyectos de arte. A raíz de Zona Maco, siendo un núcleo, se han generado todos estos proyectos satelitales que hacen un universo en la Semana del arte ¿Por qué? Porque vienen cientos de galerías, miles de coleccionistas y va a seguir creciendo. Es algo que nutre a la ciudad”, concluyó Champion.
Si quieres conocer las obras de más de 65 artistas —de los cuales 17 vienen de Sonora— visita el Salón ACME, ubicado en Archipiélago, en Rafael Rebollar 95, San Miguel Chapultepec, el sábado de 13:00 a 00:00 h. y el domingo de las 13:00 a 20:00 h.