A raíz del veloz y constante cambio en China en cuanto a política, economía e infraestructura en las últimas dos décadas, la directora del reconocido ballet del Beijing Dance Theater, Wang Yuanyuan, creó una coreografía con ayuda de poemas del escritor Lu Xun (1881 – 1936), los cuales le ayudaron a adaptarse y comprender estas variaciones de la sociedad contemporánea.
El ballet regresó a nuestro país el con la danza Dead Fire a cargo de la directora Wang Yuanyuan, con dos presentaciones en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
Tres piezas coreográficas conforman el espectáculo: Crossing, pieza que la compañía presentó en México en su visita anterior. Los movimientos, basados en danza contemporánea, muestran una lucha de los bailarines, apoyados por cintas blancas que reconfiguran el escenario; Farewell shadows y Dead fire, son parte de la coreografía Wild Grass y están inspiradas en la antología Dead fire del escritor Lu Xun, quien marcó a toda una generación de juventud china.
El objetivo es reflejar estas imágenes, proyectadas en la poesía, de una forma superficial y estética que se pueda percibir. El significado de la poesía es mas profundo que lo estético; a través del lenguaje corporal es como intentan transmitir el poder de las palabras, que es un conjunto para expresar sentimientos.
Las tres danzas están relacionadas, a pesar de la diferencia que hay entre ellas. La primera está basada en el tai chi, para transmitir estos sentimientos que son muy poderosos y que no se pueden expresar visualmente de forma sencilla. Se refleja la paz interior, además de ser una percepción diferente del mundo; se trata de expresar emociones fuertes y los bailarines son mas libres con el lenguaje corporal.
La segunda trata del control y del ser controlado, lo pasivo en contraste con lo activo. Los participantes no son completamente libres, pues se distingue cuando uno controla al otro dentro de una tensión notoria; es más meticuloso y serio, al mismo tiempo que hay una emoción más delicada y de alegría. El escenario se cubre de plumas, niebla y sonidos.
El motivo principal de la puesta en escena es el fuego, que relacionan con la dualidad del fuego como creación y destrucción; las dificultades por las que pasa la humanidad y cómo deben sobreponerse a eso. Lamentablemente, por cuestión de logística no pudieron traer la obra completa de la última danza, presentando únicamente dos movimientos.
El vestuario es muy sencillo, no cuenta con muchos detalles al igual que la escenografía, ya que la intención es dejar espacios que sean llenados por la imaginación del público; algunos trazos hacen de montañas en vez de dibujarla completa, para que el publico termine esa imagen.
Los bailarines ejecutantes son Wu Shanshan, Wang Hao, CaiTieming, Zhang Qiang, Feng Linshu, Sun Jing, Li Cai, ZhouYubin, Kan Wneg Ian, Gu Xiaochuan, Luan Tianyi, Qin Ziqian, Xu Tingting y Wang Yinan.
La compañía fundada en el 2008 se ha presentado en el Kennedy Center, en Washington D.C. Y el Sadler’s Wells Theatre, en Londres. Asimismo, han recibido una invitación para presentarse en el Sydney Opera House, de Australia. Ha girado por más de 30 ciudades de países como Alemania, Colombia, Dinamarca, España, Francia, Ecuador, Islandia, Países Bajos, Italia, Holanda, Suecia, Serbia y México.
En cuanto a nuestro país, mencionó la directora de la compañía que la primera vez que vinieron fueron bien aceptados. El Palacio de Bellas Artes les entregó un reconocimiento por ser una de las mejores compañías de danza. Disfrutan de caminar en las calles y de la comida mexicana; anteriormente se presentaron en el 39 Festival Internacional Cervantino y consiguieron la Luna del Auditorio al Mejor Ensamble de Danza moderna.
Es la primer compañía privada China sin fines de lucro que combina el ballet con la danza contemporánea. Tienen 14 producciones que son de diferente inspiración y no todas están basadas en los textos de Lu Xun. La carrera de Wang Yuanyuan empezó a los 10 años; más tarde comenzó con su propia compañía de danza contemporánea y ha tenido varias colaboraciones internacionales como en el Instituto de Ballet y Coreografía de Nueva York, la Academia de Artes Escénicas de Hong Kong, el Ballet Real Danesa y el Ballet de Shanghai.
Wang Yuanyuan explicó que escribió la pieza siguiendo sus sentimientos, con esa dualidad entre pasivo y activo, lo malo y lo bueno. Depende de la audiencia el significado que le quiera dar a las obras, ya que no quieren definir conceptos.
Visita la página www.teatros.cultura.df.gob.mx, para consultar las próximas presentaciones del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.