por Gerado López
Ante la incesante violencia que azota el país, la artista visual Betsabeé Romero presenta su instalación Con el dolor y la fragilidad en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, a manera de Altar de Dolores.
Esta tradición, que usualmente se dedica a la Virgen de los Dolores, esta vez se destina al dolor y la fragilidad de las madres, a la vez que otorga nuevos significados y actualiza una de las tradiciones más antiguas de Semana Santa.
El montaje de Romero está destinado a las numerosas madres que han sufrido las atroces pérdidas de sus seres queridos debido a la violencia nacional que ha arrebatado vidas diariamente y, lejos de disminuirse, se ha acrecentado en los meses y años recientes. De esa manera, la tradición se encauza, no en el dolor mismo, sino en su distracción a través del papel picado, las flores y velas, las llantas de autos, la música, vitroleros con agua y los vidrios rotos, aunados a las fotografías de mujeres oriundas de Ciudad Juárez, Oaxaca y el Estado de México que han perdido a sus hijos, clamando justicia a las autoridades mexicanas.
“Hay pequeñas imágenes de estas mujeres que no están en una actitud abnegada, sino con la frente en alto, con las fotos de sus hijas en el pecho y con el puño levantado pidiendo justicia, porque en muchos casos no sólo es la muerte sino la desaparición”, señaló Betsabeé durante un recorrido por su obra.
El altar, que se exhibe desde el pasado 9 de abril, quiere enseñar que el arte es capaz de enaltecer el dolor de forma colectiva y que puede germinar en la conciencia. Como se afirmaba en la época prehispánica, el dolor se puede sembrar para florecer después del desastre.
La artista visual ha participado en varias muestras y tiene obras en importantes colecciones como Daros Collection en Suiza, el MOCA de Los Angeles, el Museo de Monterrey y el Museo de Arte Contemporáneo de Portoalegre Brasil. Su propuesta solidificada en el Altar de Dolores permanecerá abierta al público hasta el domingo 11 de mayo.