Un camino de flores de cempasúchil guía a los muertos al espacio dentro del Museo Dolores Olmedo que alguna vez habitó su fundadora. Ahí, la artista Betsabeé Romero montó una ofrenda por el Día de Muertos, en la que fusiona la tradición de esta celebración mexicana con el trabajo de arte contemporáneo que caracteriza su quehacer artístico.
La exposición-ofrenda Los huesos tienen memoria. Ofrenda inédita de Betsabeé Romero se presenta en las sala de exposiciones temporales del Museo Dolores Olmedo, del 22 de octubre al 22 de enero del 2017.
Con una tradición de más de 60 años montando altares, esta ofrenda en el recinto de Xochimilco incluye candiles creados con cráneos de azúcar y flores de cera, que evocan las lámparas que adornaban la casa de Dolores Olmedo, así como los accesorios que Frida utilizaba en sus peinados.
“Entendí lo que es una tradición viva, que reúne a la comunidad, que le da sentido a las familias, que aborda la memoria colectiva y por eso me ha interesado desde el arte contemporáneo resignificarla con algún elemento que pudiera aportar”, explica Romero.
Según la artista la ofrenda hace un contraste con los elementos básicos de las ofrendas como el pan, velas y agua, pero al mismo tiempo hace referencia a la problemática nutricional que aún se vive en el país.
En el título de la muestra, Romero busca que los huesos de azúcar puedan reanimar la memoria de los que han desaparecido. “Pero que están ahí, y traerlos en este día nos ayuda a dignificar la muerte en primer lugar, y saber que el olvido es lo peor que podemos hacer”, dice.
Romero ha realizado numerosas ofrendas de muertos en años recientes, en espacios como el Museo Frida Kahlo, el Antiguo Colegio de San Ildefonso y otros, además de que este año también montará la del Zócalo.
“Me interesa una intervención arquitectónica, dependiendo del lugar al que me invitan, que sea participativa y que sea transitable, además de dignificar el trabajo en colaboración con los artesanos con que trabajo, y que se mezclen iconografías tradicionales y contemporáneos”, explica.
Una animación, un tzompantli de calaveras de azúcar que parecen haber recibido balazos, papel picado y la mítica ofrenda con elementos pop forman parte de esta intervención de la artista mexicana.
La ofrenda/exposición permanecerá abierta al público del 22 de octubre al 22 de enero del 2017.