por Gerardo López
Después de una atropellada organización, el festival Ceremonia se llevó a cabo en el Centro Dinámico Pegaso, ubicado a las afueras de la ciudad de Toluca, aunque inicialmente fue programado en el Parque Ecológico de Xochimilco.
Para apoyar el traslado masivo de personas al lugar, ofrecieron un servicio de transporte gratuito, el cual no abasteció la demanda. Días después tuvieron que apoyar con otro servicio más de transporte a cambio de cien pesos.
El festival tuvo la intención de ofrecer nuevas propuestas “que han enriquecido nuestra percepción de la cultura”, presentando en dos escenarios a figuras como Mentira Mentira, Centavrvs, Begun, Club 303 y Yesco, entre otros, para iniciar el día bajo una constante llovizna.
En la carpa interactiva contaron con apoyo del festival tecnológico TagDF. Este espacio albergó el performance audiovisual de DUDA, tres cortometrajes de Andrea Robles, el viaje sensorial de Shiro Schwarz con su música funky y varias expresiones más del talento emergente nacional.
Conforme cayó la noche y la llovizna continuaba, el gélido ambiente se fue fusionando con la música armoniosa y sensorial de XXYYXX, pseudónimo de Marcel Everett. Después el público comenzó a bailar, sin importar las gotas del cielo, con los seductores beats de Toro y Moi, seguido de la sofisticada producción del dúo de Purity Ring.
En el escenario Ed Banger se pudo escuchar el disco-funk del aclamado Breakbot, alias Thibaut Berland, y la mezcla electrónica de Busy P –Pedro Winter-, prominente protagonista de la revolución musical francesa.
Para finalizar la húmeda velada, Justice sacudió a todos con su emblemático sello musical y Animal Collective inundó el escenario principal con colores y su ecléctico sonido experimental, para refrescar los ánimos de la audiencia.
Así como llegaron todos los asistentes, empapados se retiraron de la primera edición de un festival que ofreció mucho, a pesar del deficiente manejo de logística.