Por Magdalena Carreño
Con la certeza de saber que los niños lo amarían, en julio de 1997, el editor Barry Cunningham se atrevió a publicar el primer volumen de la saga Harry Potter. Lo que no sabía es que esta obra había sido rechaza previamente por 23 editoriales y que supondría un gran impacto en toda una industria.
Barry Cunningham actualmente es dueño de su propia editorial, Chicken House, especializada en títulos para niños y jóvenes, la cual fundó al considerar que no se le tomaba suficiente atención a este sector editorial. Él quería que hubiera libros que los niños abrazaran.
Durante este fin de semana, el editor visitó la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (Filij), donde tuvo un encuentro con la prensa y con los seguidores del famoso estudiante del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
En esta primera visita a México, el editor que también trabajo con Roald Dahl, comentó que una de las grandes cosas de Harry Potter fue que muchos niños que leyeron esta obra se convirtieron en adultos lectores.
“No sabía cuántas editoriales previamente había rechazado Harry Potter, pero lo que me cautivó fue la amistad entre los niños, cómo se apoyan entre sí para superar las adversidades y cómo crecen en el proceso.”
Actualmente, los libros dedicados a niños y jóvenes muestran personajes que tienen un lugar importante pero están parados en situaciones duras. Asimismo, observó que este tipo de literatura nunca antes había tenido una oferta tan amplia e interesante. Sin embargo, mostró preocupación porque algunos escritores no tienen el respeto y la sensibilidad necesaria para dirigirse a estos públicos.
“Algunos escritores sólo ponen a niños en sus historias y creen que eso es suficiente. La voz del escritor tiene que ser auténtica para la edad para la que escribe y comunicarse con ella.”
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Recalcó que una de las características más importantes de los libros escritos para niños y jóvenes es el sentido del humor, sin importar el tipo de éste.
“Es algo complicado. Sin embargo, es una necesidad en los libros para niños, con el fin de que sean exitosos. Los buenos escritores de libros para niños entienden esto.” Además de la importancia de este recurso, no sólo en la literatura sino en la vida diaria, está en que “reír es una de las maneras más efectivas de resistencia. Si te ríes del abusador le quitas confianza. Reírte de los monstruos los no debilita pero te hace más fuerte.”
Por otra parte, consideró que faltan editores especializados en literatura para niños y jóvenes, además de que, aunque no es fácil, tener una editorial pequeña da una gran libertad para elegir los libros que se quieren publicar.
“Los niños tienen un sentido tan aventurero de las cosas que pueden escoger libros que los lleven a territorios desconocidos y descubrir un texto alejado de las modas, porque al final, las modas pasan. Además a ellos no les importa el prestigio de una casa editorial”.
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Una de las cualidades de Barry Cunningham es que pasa 24 horas pensando en los libros que les gustarían a los niños. También reconoció creer que no maduró, por lo que siente las emociones de la infancia muy vivamente.
En su oficio, su secreto es saber que un libro bueno es un libro que los niños quieran leer. “La literatura para niños es sobre leer, es fácil. No está hecha para tenerla en los libreros, se trata de leerla. Los niños no hacen distinción entre lo que leen; por la mañana puede ser un cómic, y un libro por la tarde”.
“Las grandes historias para niños siempre han tratado sobre grandes emociones, la muerte, el amor, la pérdida… Esa es la razón por la que los libros para niños son tan exitosos. Tratan sobre las cosas más importantes”, dijo.
También puntualizó, por otra parte, que “nadie imagina la necesidad de fantasía que tiene el lector adulto”.
Durante su charla con los fans compartió que hacer trilogías es un trabajo difícil; compartió la anécdota de que en una saga de la autora alemana Cornelia Funke, ella mató a un personaje dos veces y al comentárselo le dijo: “no te preocupes lo revivimos con magia”.
El trabajo del editor de libros para niños “es tan difícil y tan fácil como saber qué libro va a entretener a los niños. Me importan más los lectores que los autores.” Destacó que la relación entre el editor y el escritor es de confianza, un trabajo invisible.
Barry Cunningham culminará su visita a México con una conversación con la escritora mexicana Verónica Murguía, la cual lleva por título ¿Por qué importan tanto las historias? Esta charla se llevará a cabo el 12 de noviembre en el 17 Seminario Internacional de Fomento a la Lectura, en el marco de la Filij.