Un millón de candados de acero que las parejas colocaron, a lo largo de siete años, como símbolo de su amor en Pont des Artes, el emblemático puente parisino que cruza el río Sena, fueron retirados por el daño que estaban causando a este monumento histórico en junio de 2015. Pesaban unas 45 toneladas.
En Venecia, las autoridades quitaron 400 candados de los puentes de la Academia y de los Descalzos, y en Florencia sucedió lo mismo con 5 mil candados en el Puente Vecchio. Las farolas del puente Milvio, que cruza el río Tíber en Roma, se derrumbaron a causa del peso de los candados en 2007.
El primero en colocar un candado en el Ponte Milvio fue el escritor Federico Moccia (Roma, 1963). Su intención era que los lectores de su novela Tengo ganas de ti, donde la pareja protagonista sella su amor con el candado y arroja la llave al río, pudieran saciar su curiosidad y comprobar que la historia tenía una dosis de “verdad”. Semanas después del lanzamiento del libro ya había 300 candados en el puente.
“Nunca pensé que mi novela pudiera generar una moda. La ficción cobró realidad”, acepta el autor en entrevista vía Skype. Frente a los detractores de los “love locks”, el italiano propone que se retiren los candados de vez en cuando, como ocurre con las monedas en la fuente de Trevi, para que pueda continuar la tradición surgida de su literatura de alcance global.
Una alternativa es que cada lector diseñe su propio candado del amor mediante la aplicación que se encuentra en la página web del escritor. Barcelona es la ciudad española que más candados virtuales tiene: 2064. Además, en este mismo sitio de internet, es posible acceder a la banda sonora de seis de sus libros si tienes cuenta en Spotify.
Moccia ha ganado una gran cantidad de jóvenes lectores, con una decena de títulos ha vendido hasta la fecha 9 millones de ejemplares, y también millares de espectadores siguen sus historias porque varios de sus libros tienen versión cinematográfica, tanto en España como en Italia: 3 metros sobre el cielo, Tengo ganas de ti, Perdona si te llamo amor, Perdona pero quiero casarme contigo.
El bestseller, guionista y director de películas taquilleras ha visto con fascinación cómo la tecnología, al modificar las estrategias de marketing, permite que sus libros se vendan más y lleguen a un público más amplio. Por eso hace dos años creó, junto con su socio Guido Silvestri, la plataforma www.theflook.com
“Federico sabe que los lectores se meten a profundidad en la historia, les gusta participar e identificarse con ella. Y en Babi y yo (novela que lanzó el mes pasado), el usuario puede subir más de 20 fotos, videos, textos y audios para darle un toque personal al relato”, explica Guido.
Las nuevas generaciones tienen una relación distinta con las palabras y las imágenes, como lo constatan las redes sociales, donde frecuentemente están posteando sus emociones, y Flook se suma a esas prácticas del mundo contemporáneo para incentivar de un modo novedoso la lectura.
Babi y yo se remonta al pasado de los personajes que dieron fama a Moccia para sacar a relucir aspectos jamás contados sobre la relación entre Babi, la niña bien, y Hache, el rebelde incomprendido, como cuando vivieron juntos.
“Hay momentos que olvidas y, de pronto, por razones inesperadas, los revives con la misma felicidad y disfrute”, dice Moccia sobre este libro interactivo.
Federico escribió la novela de corrido y, una vez culminada, seleccionó los espacios en los que podía dejar una puerta abierta al lector para que interviniera sin perder la fluidez de la historia.
El lanzamiento de Babi y yo fue a mediados de noviembre en vivo, a través de Facebook, y captó un millón de espectadores. En una semana generó 30 mil comentarios y hoy en día unas 20 mil personas han bajado la novela, algo inédito para un ebook, asegura Guido.
“Ha sido un gran éxito. Flook es una nueva manera de contar historias y estamos buscando a youtubers, blogueros y video artistas para narrar de formas inéditas”, añade el experto en finanzas.
La compañía italiana Ubiquity, especialista en tecnología y en el desarrollo de plataformas multimedia, colaboró en la creación de Flook. Su costo inicial fue de un millón y medio de dólares provenientes de inversionistas públicos y privados.
“Haremos nuestra segunda campaña para reunir fondos porque vamos a abarcar el mercado anglosajón. No habrá publicidad en el sitio. Nuestra ambición es mantener el protagonismo del libro ante todo. Lo último que quieres ver es un anuncio mientras estás leyendo”, según Guido.
Actualmente Flook alberga seis títulos, incluyendo la versión en español e italiano de El Principito, dos diarios de viajes, uno a la India y otro a Irlanda, y dos novelas.
“La plataforma servirá a medios de comunicación o agencias de publicidad para que sus clientes personalicen las historias. También funcionará como estrategia de difusión para espectáculos, conciertos y eventos deportivos. Por ejemplo, el patrocinador de un partido de soccer puede ofrecer a sus clientes VIP un Flook como souvenir.”
Babi y yo se podrá descargar gratuitamente por un tiempo limitado, así es que si te gustan las novelas románticas aprovecha y date este regalo navideño.