“México necesita a niños bien alimentados para que pueden desarrollar un interés hacia el arte y la cultura, pues sin comida no hay concentración”, aseguró la fotógrafa Cristina Kahlo, quien, en su nueva exposición Llenemos los platos vacíos, recupera las historias de personas que han sido beneficiadas por comedores comunitarios.
La obra ilustra la labor del movimiento Va por mí, respaldado por la Fundación Alsea, y que brinda comedores infantiles comunitarios a familias de escasos recursos en zonas marginadas del país. La muestra, que se presenta del 2 al 5 de marzo en la Galería Patricia Conde, la única en la Ciudad de México dedicada a la fotografía, reúne un total de 49 imágenes; 28 de ellas son tomas inéditas de la fotógrafa, mientras que el resto fueron intervenidas creativamente por artistas internacionales para recaudar lo equivalente a 1,430 comidas nutritivas para los niños que asisten a las cocinas.
La fotógrafa Cristina Kahlo presentará su próxima exposición Llenemos los platos vacíos en la Galería Patricia Conde, la única galería en la ciudad dedicada exclusivamente a la fotografía, del 2 al 5 de marzo.
Las fotografías muestran la calidad de vida de gente que habita en lugares como Ecatepec, Chalco, Saltillo y Nuevo León, entre otros, al igual que las diversas emociones de los niños que son alimentados a pesar de vivir en situaciones complicadas.
Desde su inicio en 2012, el movimiento Va por mí ha logrado construir seis comedores en distintas regiones de la República, donde se han alimentado a más de 2,000 niños y niñas diariamente. Para finales del 2016 la Fundación Alsea desea levantar tres comedores más. Esta propuesta busca fomentar la participación de sociedades civiles, organizadores, consumidores y empresas para enfrentar una de las grandes problemáticas que enfrenta México, a través del arte y la cultura con exposiciones como ésta, y las labores que se llevan a cabo en cada uno de los comedores que forman parte del movimiento.
Las ganancias que recauda el proyecto provienen, en su mayoría, de la campaña con clientes, seguido por las aportaciones directas de colaboradores de la compañía, así como donaciones de socios fundadores y socios estratégicos.
Llenemos los platos vacíos tuvo como invitados especiales a artistas como Francisco Castro Leñero, Jan Hendrix, Carlos Vargas Pons, Irma Palacios, Ilse Gradwohl, Fernando Guevara y Abel Quezada, entre otros más, interviniendo las fotos de Cristina Kahlo y dándole un significado aún más profundo a un plato vacío.
“El plato vacío es un símbolo que representa todas las carencias que padecen estos niños, tanto materiales como emocionalmente”, comentó Cristina.
Alguna vez alguien dijo que la fotografía era algo efímero sin mucho sentido; sin embargo, el valor de una imagen capturada en el momento preciso puede y tiene la capacidad de vivir por siempre y para siempre. En el caso de Cristina Kahlo, sus fotos retratan una realidad que quizá muchos pretenden saber que existe en algún rincón aislado del país, pero al momento de presentarlas en una galería como la de Patricia Conde, el objetivo de las imágenes sobrepasan la compasión, al saber que la desnutrición es un problema real que tiene que ser combatido para poder crecer como sociedad y por lo tanto, como país.
Llenemos los platos vacíos será la última exposición en el recinto de Polanco, antes de trasladarse a Chapultepec.