Por Daniela Flores
En el contexto de Día de Muertos, el Centro Nacional de las Artes (Cenart) presenta el performance Danza a la muerte, de Shanti Oyarzabal, creador, director y protagonista de esta propuesta.
La puesta en escena es parte del programa Cenart Sale a la Calle, que por décimo año consecutivo llevará obras de teatro, cine o danza, y actividades de artes plásticas o música a públicos con escasas oportunidades de acercamiento con estas disciplinas.
La presentación tendrá lugar el jueves 31 de octubre a las 20:00 hrs. en la Casa del Lago “Juan José Arreola y en el Antiguo Palacio del Arzobispado, el próximo 2 de noviembre a las 20:00 hrs. La entrada es libre.
Arte y Cultura tuvo la oportunidad de conversar brevemente con Shanti Oyarzabal, quién detalló las motivaciones de esta creación.
“En esencia es una obra de teatro- danza , que en algún momento se generó como una necesidad de presentar algo sobre el tema de la muerte, sin diálogos, palabras ni textos, y empecé a crearla inspirado en ídolos e impresiones de esculturas prehispánicas “, comenta.
Está obra es un solo interpretado por el mismo Oyarzabal, construida con dos personajes: uno es la vida que nace, se desarrolla y muere, y la contraparte es la muerte que cobra vida.
“Se verá en escena un desdoblamiento de dos personajes con movimientos diferentes, pero que representan esa dualidad que está presente en la vida y la muerte. Quiero tocar las fibras sensibles del espectador”, aseguró el solista.
Danza de la muerte es una pieza que se creó específicamente para el Día de Muertos, con la ambientación y el misticismo que se tiene en torno a este concepto.
“Es una vivencia para el espectador, porque estará descubriendo algo que está pasando frente a él, que lo está conmoviendo y confrontando consigo mismo, porque la muerte es algo que a todo mundo hace pensar”
Este performance fue creado originalmente en 1994 y presentado en la Fiesta de los Muertos que organizó el grupo Calaca, en la Casa de las Culturas de Berlín, Alemania. Se ha presentado en otros países con gran éxito, y a partir del 2005, cada año Shanti Oyarzabal lo pone en escena en diferentes recintos como una tradición personal, aunque también admitió ser un año muy importante para él, ya que la obra se presentará en un foro muy interesante.
¿Cuál es la impresión que tienes de los público extranjeros en dónde has presentado Danza de la muerte?
Les ha conmovido, aunque no tengan ninguna referencia sobe lo que pasa en México respecto al culto de la muerte, porque teatralmente la obra está construida con un inicio, clímax y desarrollo, que impacta por los elementos que yo manejo, con base en pura expresión corporal que cautiva a la gente.
Shanti Oyarzabal es originario de la Ciudad de México. Estudió Antropología Social, pantomima y actuación. Motivado por la fuerza del gesto y del silencio viajó a París, donde estudió con Etienne Decroux y participó en diferentes talleres con el grupo de danza butoh Sankai Juku, y con los maestros Yves Lebreton y Shiro Daimon, entre otros.
En 1990 fundó el Teatro Inercia, en Berlín, ciudad donde residió entre 1987 y 2010. Ha realizado diferentes espectáculos que ha presentado en festivales de Europa, así como en galas y museos. Como maestro ha desarrollado un concepto de entrenamiento corporal para actores, bailarines y mimos que imparte en diferentes instituciones y escuelas.