Arte y Cultura

¡De África al Cervantino! Salif Keita viene a compartir su música con México

GUANAJUATO, México.- De descendencia ancestral, Salif Keita, una de las figuras más importantes en el mundo de la música maliense, llegó al Festival Internacional Cervantino  con un gran concierto la noche del viernes 16 de octubre en la Alhóndiga de Granaditas y estará en el Teatro de la Ciudad de México el domingo 18 de octubre a las 18:00 hrs. 

El compositor africano proviene de una familia imperial que viene de Soundjata Keita, fundador del imperio maliense en 1240. Aunque fue rechazado por su propio padre tras saber que se dedicaría a la música, Salif Keita comenzó su insuperable trayectoria a finales de la década de los 60, con fusiones de influencia cubana, zaireña y maliense. Años después su sonido evolucionó y recorrió los sonidos improvisados del jazz, el funk, el europop, el rythm and blues y la música africana, para finalizar lo que sería su disco Soro (1987).

Ahora Salif Keita es conocido como la Voz de Oro de África y cuenta con una discografía compuesta por 10 álbumes, los cuales abarcan temáticas a favor de los inmigrantes y la tolerancia a los albinos, quienes han sido discriminados por muchos años en su país. Mali es regido por la religión musulmana, la cual condena a los músicos a una muerte satánica, a lo que Keita responde:

“Yo no me preocupo por eso, estoy en un estado superior que me permite seguir con mi música”.

El repertorio de los conciertos que ofreció en Guanajuato y que tendrá el domingo en la Ciudad de México incluyen temas de su más reciente producción discográfica lanzada en 2012, titulada Talé, la cual  fusiona la música tradicional africana con música electrónica,  al igual que canciones de discos pasados. Salif comenta que se encuentra en el final de una gira por Latinoamérica, por lo tanto las piezas elegidas son canciones con sonidos de fiesta, pues ha notado que la gente de habla hispana disfruta mucho de este ambiente.

A pesar de las múltiples amenazas, los altos mandos religiosos le aseguran que dejar la música le permitirá una reunión con Dios, pero la única salvación que Keita ha necesitado ha sido siempre la música.  

“Si la música fuera mala, Dios no la habría inventado”.

  

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