Por algo llaman a Richard Viqueira el “kamikaze del teatro”. Sus propuestas no se atañen a los modelos de actuación convencionales, y palabras como transgresor y vanguardista han sido los adjetivos que mejor lo describen.
Es un hombre de riesgos que, para sacudir al espectador, no tiene empacho ni temor de utilizar una sierra eléctrica encendida, armar un slam sobre el escenario, o como en el caso de la obra Desvenar, mostrar a los actores literalmente enchilados.
“Me interesan las reacciones biológicas que hacen que te lloren los ojos, sudes o te pongas rojo, porque resultan muy atractivas para la escena. Es decir, no fingir cómo se habla cuando se está enchilado, mejor comernos tres habaneros para verlo”.
Esto es parte del más reciente montaje de Viqueira, que inicio temporada el viernes 4 de marzo en el Teatro Benito Juárez, para hacer un “mole escénico” en el cual se reflexiona sobre el chile, ícono de lo mexicano, desde el punto de vista culinario, cultural e histórico.
Más que una obra que apele a la visualidad, es un montaje vocal que recurre a la musicalidad de sonidos emblemáticos de la Ciudad de México, como el merolico de la plaza, el vendedor de gas y la voz que anuncia la compra de fierros viejos.
A partir de un triángulo amoroso entre un pachuco que regresa a su pueblo, un cholo que busca emigrar y una Adelita (la mujer que permanece), se abordan diferentes aspectos sobre el ají, la forman en la que engendra nuestro sentimiento patrio y cómo curte nuestro temperamento como mexicanos.
“Hay un parlamento que dice que la patria no son los símbolos patrios ni la bandera, sino que la patria es aquello que comías cuando tenías cinco años y te lo preparaba tu abuela”, asegura el actor y director escénico.
Y es que, como buen comedor, Richard Viqueira es un fanático del picante, por lo que tuvo la curiosidad de documentarse al respecto y con sorpresa descubrió que había mucho material en cuestión culinaria sobre el chile, pero poca reflexión y poesía sobre él.
Así es como surgió la idea del montaje, en el que también participan Valentina Garibay y Ángel Luna, y cuyo título trata de hacer una analogía entre un chile poblano y el suicidio de un amante que se corta las venas.
“La salsa me parece un elemento interesante, creo que es la máscara del hambre porque junto con la tortilla disfraza lo que no estás comiendo. La salsa es nuestro verdadero manjar”.
Desvenar se presenta del 4 de marzo al 10 de abril, con funciones viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas en el Teatro Benito Juárez, Villalongín núm.15, colonia Cuauhtémoc, Del. Cuauhtémoc. $132 pesos.