México y Colombia, dos países que comparten idioma y continente, se reúnen a través de su arte en una exposición que presenta el Museo Dolores Olmedo, con más de 90 obras, pertenecientes a la Colección SURA.
Encuentro. México-Colombia. Colección SURA presenta las convergencias entre el arte mexicano y colombiano, en géneros como el retrato, el paisaje y el arte abstracto. La curaduría es de Alberto Sierra, miembro del Comité Cultural del Banco de la República de Suramericana de Seguros, así como de Consuelo Fernández, Gerente de Actividades Culturales en SURA México.
La muestra incluye piezas de artistas colombianos, como Fernando Botero, Beatriz González, Débora Arango, Francisco Antonio Cano, Manuel Hernández y el Grupo Utopía, y de mexicanos, entre los que destacan Jorge González Camarena, Gerardo Murillo “Dr. Atl”, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Manuel Felguérez y Vicente Rojo, entre otros.
“Encuentro. México-Colombia reúne el trabajo de más de 60 artistas mexicanos y colombianos quienes, a través de sus obras, nos permiten observar el desarrollo de los movimientos plásticos que tomaron curso en estos países hermanos, a la vez que evidencian tanto las similitudes culturales, históricas y sociales, como las diferencias en los estilos y expresiones plásticas”, señala Carlos Phillips Olmedo, director del Museo Dolores Olmedo.
Las obras están dispuestas en siete núcleos temáticos:
- Conocer el territorio. Artistas colombianos y mexicanos logran un reencuentro a través del paisaje, en donde cada uno plasma la aridez, la flora y la fauna de su país, en obras como Paisaje (1964) de Ignacio Jaramillo, y Paisaje con vacas de José María Velasco.
- Los tipos humanos. Los pintores detallan, a través del retrato, los estilos de vida aristocráticos en dramáticos contrastes con la pobreza del pueblo, como puede verse en No te muevas fea cristiana (1966) de Álvaro Barrios o Niños almorzando (1935) de Diego Rivera.
- El territorio urbano. Los artistas de ambos países logran un reencuentro a través del paisaje urbano, como en Paisaje campesino (siglo XX), de Humberto Cháves y El burrito amarrado (siglo XX), de Rosario Cabrera.
- Disponer la naturaleza. Los artistas utilizan elementos de la naturaleza y los distribuyen, por ejemplo, en las naturalezas muertas de Pedro Nel Gómez y Jorge González Camarena, así como en los bodegones de Fernando Botero y Rufino Tamayo.
- Lo racional. Todo lo procesado con la mente, utilizando conocimientos adquiridos, lo encontramos en obras de Manuel Hernández, Beatriz Olano, Manuel Felguérez y Pedro Coronel.
- Lo onírico. En esta etapa se construye una nueva concepción del arte y de la vida, en una atmósfera donde la realidad se transforma en sueño y mundo de fantasías, como en la obra de Jorge Julián Aristizábal, Julio Ruelas y Leonora Carrington.
- Ernesto Icaza. Su obra merece mención aparte y destaca por dominar una de las tradiciones más representativas y populares de México: la charrería.
“El compromiso de SURA es apoyar las iniciativas de desarrollo que vayan alineadas con nuestros principios de promover el arte y la cultura, como componentes esenciales en la construcción de la calidad de vida para los seres humanos. Esta muestra es clara evidencia del compromiso que SURA ha tenido a lo largo de su historia con la cultura, y un ejemplo de responsabilidad corporativa a seguir”, afirma la curadora Consuelo Fernández.
La muestra permanecerá hasta el 18 de mayo.