por Daniela Uribe
La cultura y los niños es un tema que debería ser dialogado con más frecuencia y cobrar mayor importancia en la sociedad. La música, la danza, la pintura y la música son formas de libre expresión y, ¿quién mejor que los niños para este tipo de manifiestos?
Con los hechos y la historia se puede llegar a una conclusión muy clara: el menosprecio que se le da al arte y la cultura por parte, no sólo del Gobierno, sino de los padres de familia. La educación básica cubre muy pocos aspectos culturales; el sistema educativo pone como opción al arte y a la cultura a ciertos niños en ciertos niveles, mas no hace de las mismas una prioridad, haciendo que los menores crezcan sin interés alguno por la artes.
Guanajuato es considerado como el destino cultural de México y, como muchos saben, el estado aloja cada año por casi tres semanas a uno de los festivales más importantes de Latinoamérica: el Festival Internacional Cervantino (FIC). Este encuentro se ha encargado por 42 años de difundir la cultura y las artes, no sólo de los estados de México, sino de países extranjeros. Los recintos más conocidos en el área centro, como el Teatro Juárez, el Teatro Principal, la Alhóndiga de Granaditas y el Teatro Cervantes, han sido escenarios para las obras más importantes a nivel mundial. ¿Pero, qué hay de las personas que no residen en el centro de la ciudad? Para ellos, el FIC ha elaborado un programa de obras comunitarias que viajan a lugares como San Miguel de Allende y Silao, ofreciendo a la población una probadita de lo que se lleva a cabo en el centro de las festividades Cervantinas.
Una de las obras más destacadas en el programa comunitario es la de la compañía Ñaca Ñaca, de Nuevo León, estado invitado de esta ocasión. La obra se titula Descubriendo a Shakespeare, ya que el festival dedica esta edición a los 450 años de nacimiento del literato inglés. La pieza viajó al patio de la Escuela Primaria J. Natividad Macías y Aquiles Serdán, en Silao, un municipio de Guanajuato situado a aproximadamente 25 minutos del centro de la ciudad de Guanajuato. La obra consiste de dos actores principales y un narrador que cuenta la historia, mientras los actores la interpretan desde la poesía que desata el cuerpo en movimiento.
La interacción del narrador, los actores y los niños es un acto verdaderamente indescriptible. Es sorprendente cómo un poco de maquillaje, trajes antiguos y el movimiento corporal puede hacer que los niños se sienten a ver la obra sobre un personaje tan importante como lo fue y sigue siendo William Shakespeare. Es aún más impresionante ver que la obra no sólo está dirigida a niños, pues siempre hay interacción con los maestros.
Este tipo de eventos y presentaciones producen interés en los niños, no importa la edad, ya sean los pequeñines de 6 años que apenas entraron a la primari,a o los más grandes de 11 que van de salida a la secundaria. Es más que evidente que estos pequeños no suelen ver este tipo de espectáculos en su vida cotidiana, pues sus reacciones al ver a los actores en su patio escolar fueron como aquella en Día de Reyes.
Por ésta y muchas otras razones es importante apoyar los festivales culturales como el Cervantino, para así explorar culturas sstranjeras y saber más sobre la cultura general que debemos y tenemos el derecho de conocer como seres humanos pertenecientes a una sociedad y, de esta manera, formar pequeños que crecerán como jóvenes y, posteriormente, adultos sensibles.