En algún callejón de la colonia Lomas de la Estancia en la Delegación Iztapalapa, donde los cerros de Santa Catarina sirven como paisaje cuando el sol se asoma por el oriente, existe un pequeño gimnasio de box conocido como El Colmenero.
Nacido en 2005 como un pasatiempo, con el tiempo se ha convertido en el hogar de muchas personas que buscan un desahogo, una salida o una opción para recapacitar. Julio Colmenero se convirtió en el entrenador de niños, jóvenes y adultos, tras haber practicado el deporte en su juventud, y así crear conciencia en aquellos que se unen al gimnasio para cambiar su vida y alejarse de los excesos y malos hábitos, pues sabemos que la Delegación Iztapalapa es conocida como una de las más expuestas de la ciudad.
Con pocas herramientas para trabajar, El Colmenero se ha nutrido de la gente que asiste constantemente para entrenar y aprender sobre el boxeo. El patio de Julio Colmenero fue el primer ring que todos conocerían, para después adaptarlo a un espacio propio de formación, tanto física como personal.
La evolución del gimnasio ha sido el resultado de la unidad de la comunidad, la persistencia de los chavos que entrenan para después pelear en eventos profesionales, y el entusiasmo del entrenador, quien se convertiría en una figura pública en el barrio de Lomas de la Estancia.
Cambiar a un país, una región o un pequeño sector de una Delegación va más allá del control gubernamental, pues una sociedad está compuesta de personas comunes, como tú, como yo, como Julio Colmenero, quien ha demostrado el poder de la fuerza de voluntad y cómo una persona puede tocar la vida de muchas otras, para el beneficio de la comunidad en general.