Arte y Cultura

El Espacio Escultórico y la defensa del arte público

Problema heredado de la administración del ex rector José Narro, la construcción del nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, el edifico H, emplazada en los límites de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel —originada por la erupción del volcán Xitle—, manifiesta cierta violencia visual al invadir uno de los pocos espacios prístinos que no han sido devorados por la ciudad.

Decenas de artistas y académicos se han manifestado en contra de este edificio, pues su ubicación bloquea la vista de los volcanes desde ese sitio en Ciudad Universitaria. El viernes 12 de febrero realizaron un mitin en el mismo Espacio Escultórico (EE), encabezado por la actriz, artista y activista Jesusa Rodríguez, los artistas Pedro Reyes y Rafael Lozano-Hemmer —quien cuenta con una exposición en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo hasta el 27 de marzo—, la crítica de teatro Luz Emilia Aguilar Zinser y el escultor Manuel Hernández Suárez, Hersúa, uno de los creadores del EE.

Con una congregación superior a las 200 personas, el mitin inició con la lectura de un texto del crítico de arte Juan Acha, por parte de Hersúa, el cual defiende al Espacio como un sitio ideal para alejarse de la algarabía de la ciudad, descansar y reflexionar sobre la vida.

“El Espacio Escultórico es una puerta natural para que cada quien redescubra la vida; para que nos ubiquemos en el espacio real y podamos vernos por dentro y por fuera; para significarnos espacialmente”, mencionó a través de un megáfono.

Le siguió Jesusa Rodríguez, quien destacó la importancia del caótico contexto nacional que estamos viviendo y aseguró que cada victoria en contra del olvido y la indiferencia, por pequeña que sea, es trascendente.

“Estamos ante la devastación del país y no podemos olvidarlo. Éste (el edificio) es nada más que un mínimo símbolo de lo que está pasando en todo el país. Pareciera que rompieron la piñata y todos se aventaron a ver qué agarran; ahí están las trasnacionales agarrando todo lo que pueden y mientras tanto, romper la piñata significa más de 200 mil muertos, más de 30 mil desaparecidos; así que no podemos olvidarnos de la situación.Por eso es indispensable que los artistas, los académicos, los científicos, se olviden de que un pueblo les pague sus hobbies. Se trata de trabajar por el país y en estos momentos no podemos tener descanso. Así que esta lucha, creo yo, es muy emblemática, así como dimos la lucha por Cuicuilco cuando el infame de Carlos Slim lo destruyó”, enfatizó.

Asimismo, es importante distinguir el vínculo que existe entre el sitio arqueológico de Cuicuilco con el EE, ya que sus creadores —Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Mathias Goeritz, Hersúa, Sebastián y Federico Silva— se inspiraron en la forma circular de la pirámide del siglo XIII a.C. para su creación colectiva, que también es representante emblemático del arte público y del land art a nivel internacional.

“Este edificio H es un edificio que estaría precioso en Polanco, estaría precioso en casi todos los lugares de la Ciudad de México. No es una especie de rencilla particular en contra ni de la Facultad, ni de la Universidad. Con el máximo respeto por esta institución entendemos artistas, entendemos los ciudadanos, que este edificio es una equivocación; no porque estemos en contra de que crezcan las necesidades de los estudiantes y de que existan espacios para poder garantizar la calidad de la educación; obviamente estamos todos a favor de todo eso”, comentó Lozano-Hemmer.

El espacio circular de 120 metros de diámetro, delimitado por 64 monolitos e inaugurado en 1979, establece un diálogo entre lo prehispánico, lo moderno y lo contemporáneo, al mismo tiempo que ha sido un punto de encuentro para estudiantes, amigos, parejas y familias para contemplar la belleza del paisaje y la tranquilidad del entorno natural.

Anteriormente se realizaban conciertos y puestas en escena en el EE, pero lamentablemente el lugar comenzó a ser olvidado hasta el punto de entrar en estado de deterioro. Así que la lucha no se limita a rescatarlo de la violación visual que ha sufrido, también es para defenderlo y recuperarlo como un patrimonio de la UNAM, de México y hasta del mundo.

A pesar de que el edificio ya está terminado —aunque no inaugurado—, Lozano-Hemmer indicó que aún hay solución. La estructura metálica está cubierta por precolados de concreto que se atornillan y desatornillan con facilidad. “Por lo tanto se puede reciclar todo el edificio. Se pueden desmontar los canceles, quitar los precolados, las vigas de acero, todo eso. No se tiene que tirar a la basura”. Por eso piden remover cuatro pisos del edificio para reubicarlos en otro lugar que no afecte el entorno del EE.

“La solución que estamos pidiendo es plenamente plausible. Es 100% posible. Y solamente lo vamos a lograr si hacemos presión”, mencionó.

Otro de los problemas con el sitio es que los horarios no dan la oportunidad de que la gente lo visite los fines semana, porque está cerrado. “Que se abra. Que se le dé continuidad a la vida de este lugar inmediatamente. No solamente es quitar ese edificio, es redignificar aquí cuanto antes y lo estamos exigiendo”, dijo Rodríguez.

La respuesta por parte de las autoridades institucionales ha sido mínima. “Tratan de minimizar el problema. Estamos viendo que están tratando de promover soluciones absurdas como plantar árboles o cubrir el edificio con espejos”.

Así que, por ahora, la lucha por esta causa sigue y se espera que los directivos cambien de parecer.

Otra figura predominante en la escena cultural del país que se manifestó en contra fue Elena Poniatowska, quien redactó el texto La puñalada al Espacio Escultórico, el vientre de la tierra, que se leyó en el mitin y posteriormente se difundió en medios.

Por último, si también crees que es lo correcto defender este espacio público —creado para conmemorar los 50 años de la UNAM—, puedes firmar la petición en Change.org y mantenerte al tanto en redes sociales con los hashtags #SalvemosalEspacioEscultorico y #4pisosmenosalH

“El Espacio Escultórico es algo que le falta a tu existir. No sustituye a nadie, sólo te vuelve amoroso para que fluyas y absorbas el presente olvidándote de los condicionamientos. Desaparece el licenciado, el doctor, etcétera. No eres un utensilio de la sociedad: eres humano”, concluyó Hersúa.

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