¿Recuerdas la última vez que estuviste enfermo o tuviste algún accidente con heridas difíciles de sanar, esas sensaciones de dolor que te hacía sentir?
En repetidas ocasiones tratamos de describir al médico estos síntomas, utilizando metáforas o quizás alguna referencia de nuestra vida cotidiana, como “siento un cuchillo atravesado”, “la boca me sabe a metal”, “tengo el cuerpo cortado”, con la esperanza de ayudar al especialista con el diagnóstico y encuentre una efectiva curación.
Duilio Rodríguez, fotógrafo profesional, asumió el reto de hacer visible lo invisible, en este caso los síntomas, y le platicó a Arte y Cultura sobre este trabajo que recién expuso en el Palacio de la Escuela de Medicina.
Surgió a partir de que el curador, el Dr. José Raúl Pérez, lo invitó a exponer algún tema relacionado con la medicina, que sirviera como diálogo con el museo y los asistentes
“Fue un proceso que me llevó aproximadamente un año decidir, porque tenía un trabajo previo que me habían pedido que se quería exponer, y decidí hacer algo nuevo que tratara el tema del dolor y de los síntomas, que son manifestaciones que no se pueden ver. Para mí era un reto interesante intentar hacer y trasmitir lo que significa el dolor para mí”.
Antes de tomar su cámara y hacer tomas, comenzó por escribir un texto que le sirvió de base para sumergirse en los recuerdos que le dejó un accidente que sufrió hace 20 años. Con esto, pudo revivir los síntomas de ese momento y darse una idea para plasmarlo en fotografías. A la fecha conserva en su cuerpo alambres que unen la rótula, ya que sufrió una fractura expuesta. Esto le hizo tomar la decisión de utilizar en sus fotografías los mismos elementos con los que fue curado, y que aún le sirven para mantenerse en movimiento.
“A partir de recordar todas estas sensaciones empecé a trabajar en bocetos, que primero hice a lápiz y después en el trabajo fotográfico, en el estudio y con la persona que me ayudó, que aparte me conoce desde hace mucho tiempo y tiene una preparación profesional de actuación. Así, poco a poco ir explorando los sentimientos junto con ella a la hora de ejercer estas manipulaciones con el alambre o con las grapas o con coágulos de sangre y cosas de ese estilo”.
Cabe mencionar que usó una sola modelo para toda la serie. Fueron varias sesiones de trabajo y en cada una le explicaba lo que iba a suceder. En ocasiones le hacía recordar episodios difíciles por los que hubiera pasado, para que pudiera salir de ella ese sentimiento que necesitaba para las fotografías. “En todas hay una parte real, para que pudiera tener exactamente un acercamiento verdadero con el sentimiento y el sufrimiento. A veces yo me veía bastante moderado y ella era la que lo iba llevando cada vez más; tiene un umbral del dolor y control de su cuerpo bastante interesante”.
Sufrir un accidente marca nuestra vida, y para Duilio fue todo un proceso de sanación no sólo física, sino también mental, pues lo califica como un evento bastante traumático, pero que a al final le ayudó a mostrar lo que trataba de representar. “Es una catarsis, entendido de una forma distinta; es como exorcizar los demonios del pasado, pero yo lo veo como una especie de purificación porque la catarsis es eso, poder librarte de algo que siempre has expresado verbalmente, pero como fotógrafo no lo he expresado de forma visual”.
Finalmente, esto es parte de la vida y es probable que nos suceda en algún momento. “Todos hemos padecido algún tipo de sufrimiento, de dolor, de enfermedad y cada uno sabe realmente lo que ha padecido”.
El fotógrafo afirma que algunas personas que visitan su exposición se sienten de alguna manera identificadas, pues una mujer le dijo que una de sus imágenes le remitía a cuando ella padecía un dolor. “Creo que ese tipo de observación que hace la gente cuando tiene enfrente una imagen, es lo que intentaba lograr”.
En las fotografías se observa a una mujer en posición fetal atada con un alambre alrededor de su cuerpo; en otras, partes del cuerpo como un ojo, cuello o un rostro siendo lastimados, algunos de ellos con utensilios, hacen referencia al dolor.
“Uno piensa que es indestructible, tiene una idea de sí mismo muy distinta hasta que te ves realmente como una persona frágil, que cuando estás totalmente quebrado, fracturado y roto, te hace reflexionar sobre tu propia condición como ser humano”.