“Cuando estoy tocando el piano no me doy cuenta en dónde estoy”, asegura el pianista mexicano Abdiel Vázquez, en una entrevista con Arte y Cultura. Estudió en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey y en la Manhattan School of Music de Nueva York, donde tuvo maestros como Gerardo González y James Tocco. Actualmente radica en Nueva York, en donde es parte de los docentes vocales de Manhattan School of Music y fundador de la escuela de música Little Chopins en esa ciudad.
El músico volvió a México, para presentarse en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes junto con la Orquesta Sinfónica Nacional, en donde la noche del jueves y este domingo participa en el concierto por el 30º aniversario del terremoto de 1985. “Ser parte de un concierto en donde se conmemora a las víctimas o se le hace un homenaje a aquellos que participaron en el rescate, es un honor”, aseguró.
El artista mexicano participó con la pieza Concierto para piano Pirámide del Sol, de Juan Pablo Contreras, un joven compositor tapatío con reconocimiento internacional. “Lo más interesante para mí es que es un estreno mundial”, dice el músico, ya que hace apenas dos años Contreras le propuso la idea de componer un concierto para piano y de orquesta que fuera tocado por él. Tras recibir la beca del FONCA de Jóvenes creadores, realizaron la composición, que terminó hace aproximadamente un mes.
La pieza se titula Pirámide del sol, y está basada en la idea de que el piano es la pirámide del sol y la orquesta es la civilización en la antigua Teotihuacán. Se divide en tres movimientos: el primero gira alrededor del ritual del juego de pelota; el segundo movimiento se titula Ofrenda y el tercero es la Danza emplumada. “Lo más interesante es que parecieran cosas superficiales, pero el juego de pelota era realmente de vida o muerte, era un ritual religioso en donde el ganador era sacrificado. Uno puede sentir todo esto en la música”.
“La sensación de tocar en un estreno es única, porque nunca se ha escuchado, la gente no sabe a qué suena, ni siquiera yo; tenemos una idea, puedo ver la partitura y saber a qué es lo que va a sonar”, explica el reconocido pianista, nacido en Monterrey en 1984.
A los 21 años debutó en el Palacio de Bellas Artes con la Orquesta Sinfónica Nacional de México. Ahora cuenta con una gran trayectoria y reconocimientos a nivel nacional e internacional, probando diferentes escenarios frente a diferentes públicos, aunque afirma, no hay mucha diferencia. “Aquí tenemos ciertos complejos, los hacemos creer que un concierto de música clásica es algo sobrio, serio, casi fúnebre, en donde todos tienen que estar callados y mantener una actitud como de respeto. Me agrada mucho la gente que es cálida, que tiene ganas de aplaudir y que lo hacen, que sintieron algo y que lo expresan, si es entre movimientos no pasa nada”.
Abdiel Vázquez también se estará presentando en el Centro Nacional de las Artes a finales del mes, como parte del festival En Blanco y Negro.