Por Gerardo López
Claude-Joseph Désiré Charnay (1828-1915) recorrió durante el siglo XIX distintos sitios arqueológicos en México con fines de estudio y registró, por medio de la fotografía, los principales monumentos y ruinas que encontraba a su paso.
Por primera vez se exhiben 67 fotografías del arqueólogo francés, pionero del uso de la cámara fotográfica en el registro de estructuras arqueológicas en México. La exposición que las alberga en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, La memoria revelada. El surgimiento de la fotografía arqueológica / Claude Désiré Charnay, constituye un relato histórico, arquitectónico, arqueológico y estético invaluable, ya que se encarga de captar de manera relevante los vestigios del pasado.
Además del valor histórico, el registro resulta ser un logro inconmensurable por la dificultad que implicó para llevarse a cabo, tanto por la situación política en el país, como por el traslado del equipo fotográfico que pesaba 1,800 kilos; el inconveniente de conseguir los diversos materiales que requería y la manera en que tuvo que improvisar varios productos para lograr las tomas fotográficas.
La muestra estuvo bajo la curaduría del maestro Eduardo Matos Moctezuma, prominente arqueólogo mexicano. Está dividida en tres módulos que siguen de manera cronológica los viajes de Charnay en México, incluyendo sitios como Monte Albán y Mitla en Oaxaca; Izamal, Uxmal y Chichén-Itzá en Yucatán; y Palenque, en Chiapas. Además de ofrecer una sala que muestra el contexto tecnológico de la época, se presentan seis piezas arqueológicas pertenecientes a las culturas Maya y Zapoteca.
Se trata de “una documentación de la historia de la arqueología. Su valor radica en que permite visualizar el estado de las ruinas en la época”, señaló Matos Moctezuma.
Aunado a la exposición que estará disponible hasta el 27 de julio, se presentará un ciclo de conferencias, un taller, un curso de fotografía y un cuentacuentos basado en historias tradicionales mayas.