GUANAJUATO, México.- El cerebro, una de las partes mas importantes y complicadas que tienen los seres vivos, es el protagonista en El Valle del Asombro, una de las obras del escritor y director británico Peter Brook, quien se ha ganado un gran reconocimiento por su labor en el teatro.
Imaginación y mucha atención a lo que está sucediendo a cada momento es lo que necesitas para disfrutar de la puesta en escena, pues con tan solo tres personajes, te cuentan varias historias dentro de una. De igual forma, la escenografía es minimalista, pues con cuatro sillas, una mesa, un perchero, un teclado e iluminación de diferentes colores y modificando solamente una prenda para cambiar de personaje, es suficiente para que te transportan a donde ellos quieren que vayas.
Los personajes juegan con tu mente de acuerdo con el conflicto que sucede en la suya, como es el caso de Samy Costas, una mujer que recuerda a la perfección cada detalle de lo que le pasa, haciéndola ver como un fenómeno. Asimismo, también hay personajes con sinestesia que se sienten mal, por su estado mental.
“¿Cómo hacer aparecer todo aquello que pasa dentro del cerebro? En cada obra el reto es reproducir con sencillez todo lo que pasa dentro del actor. Desempeño un papel de una mujer que ve imágenes. Descubrí que podía verlas y espero que el público también pueda hacerlo. No es algo tan diferente del método científico: se trata de imaginar y hacer aparecer lo que está en la imaginación”, confiesa la actriz británica Kathryn Hunter, quien interpreta a una paciente con sinestesia.
Todo esto tiene un tinte de cierta comicidad, aunque también es un texto bastante reflexivo en cuanto a la condición humana. Las actuaciones son muy espontáneas, sin olvidar el color de voz de cada uno de los actores, que desde que dicen sus primeras líneas, llenas de expresión y énfasis, hacen que no pierdas la atención ni un segundo.
Esta puesta en escena cierra una trilogía que Brook decidió dedicar al cerebro, con las obras El hombre que, basada en un libro del neurólogo Oliver Sacks, y Soy un fenómeno, inspirada en un libro de Alexander Romanóvich Loira, que habla sobre un hombre que lo recuerda todo.
La obra es en inglés, pero en algunas partes los personajes comienzan a hablar en español e interactuar con el público, haciendo pasar al escenario a un par de personas. Definitivamente una obra que no puede faltar en tus opciones para ver en el Cervantino. Aparta tu lugar para la última función este sábado 10 en el Teatro Principal de Guanajuato a las 18:00 horas, aunque si estás en la Ciudad de México, aprovecha para verla el 14 y 15 de octubre a las 20:00 hrs. en el Centro Nacional de las Artes.