Arte y Cultura

#ElTelónDeLaDiabla Un nuevo centro cultural en Cuernavaca: el Multiforo Olympia

“Lo mejor que les puede pasar a los jóvenes es vivir una revolución

como la que yo viví, porque en una revolución está todo

por hacer y los jóvenes pueden emplear su fuerza

en inventar un nuevo mundo.

Una revolución recién nacida es el estado ideal para la juventud”.

Eraclio Zepeda (q.e.p.d)

En medio de una de las crisis más importantes económicas no sólo en el estado de Morelos, sino en México y el mundo, las sabias palabras de Laco Zepeda, se suman a una revolución cultural en dicha entidad, que nace como un promesa: un centro cultural independiente.

Sí, suena raro, pero así es. Es como si en medio del aplastante cemento que ahoga la naturaleza, en esta expansión de la barbarie de las ciudades que acaba con su ecología, como ha pasado en Cuernavaca, la eterna primavera convertida en sede de la eterna balacera, viéramos de pronto emerger en una fisura de asfalto una pequeña plantita viva, simiente de proyecto que da cachetada con guante de clown blanco a la política cultural del gobierno de “Izquierda” en Morelos.

En un estado caracterizado por una depauperación constante del medio cultural, de sus instituciones, de sus presupuestos y por ende, de sus pagos a muchos artistas, como sucede en el resto del país (todavía hay quien espera pago desde hace dos años en el INBA), que suceda esta iniciativa es como un hecho paradójico y esperanzador. Y no me refiero a la Secretaría de la Cultura anunciada por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, de la que tendré ocasión de ocuparme en otro momento, sino de algo más refrescante: el Centro Cultural Olympia en Cuernavaca, Morelos, donde para más datos, su propia Secretaría de Cultura ignora, y aunque está por mandar a 100 artistas al Festival Internacional Cervantino por ser el estado invitado, no ha podido liderar ni la Cultura, ni a los creadores más representativos de la entidad.

Por eso resulta entusiasmante ver que este nuevo espacio cuente además con un teatro-bar, restaurat, cafetería, donde actualmente están llevando acabo una serie de monólogos los viernes y sábados a las 20:00 horas. Este fin de semana presenta Una madre alborotada de Darío Fo, con Teresa Guemes, y en un ambiente que da ocasión a departir con los comensales con la sencilla gastronomía y bebida de la casa, para cada función.

Aviso Oportuno

Así, como se anuncia un lote baldío o un edificio cualquiera, Rafael Degar y Patricia Vázquez, fundadores de la compañía Teatro Súbito, vieron un anuncio en el Aviso Oportuno del periódico La Unión de Morelos de que se rentaba el magno espacio que hoy es sede de este grupo y un multiforo para diversas actividades culturales.

El 12 de agosto de 2014 rezaba el clasificado:

SE RENTA

ANTIGUO CINE OLIMPIA

CON EDIFICIO ADJUNTO,

15 SALONES Y CINE,

SALÓN DE EVENTOS,

GARAGE PARA 10 AUTOS, ETC.

BDVD. JUÁREZ Y MOTOLINIA

Así que aquel Cine Olimpia, que formara parte del conjunto de cines de Cuernavaca en los años 60 y 70 junto con el Cinema Las Palmas; los multicinemas Las Palmas, Cuernavaca Cinema, y el inolvidable Mutualista frente a la escuela Pestalozzi, donde los chamacos de la primaria Benito Juárez, vaporizando en sudores y hormonas se dieron sus primeros besos, estaba en renta hace un año. Y como muchos de esos magnos espacios que ha tenido esta ciudad tan abundante de salas cinematográficas, por la tradición de ser sede de locaciones del cine de oro nacional, este recinto se pudo haber quedado en el olvido pudriéndose, cerrado 20 años o bien, un buen día, quedar confinado a su destrucción para levantar una tienda de conveniencia, como le pasó al Casino de la Selva, que siendo uno de los emblemáticos espacios patrimoniales de esta ciudad, simplemente no hubo poder humano que evitara el atentado patrimonial.

De Súbito, el teatro en todas partes

A decir de los integrantes de la Compañía Teatro Súbito, que nace en 1990, surgen como un proyecto profesional de teatro alternativo integrado por actores, músicos y artistas de todas las disciplinas, con el ánimo de satisfacer una necesidad para estrechar lazos creativos con la sociedad, y propiciar encuentros significativos por medio de las artes escénicas.

Se trata, aseguran, de captar a un público que, como decía Federico García Lorca, forme parte de ese “pueblo incontaminado, virgen y fértil a los picotazos del dolor y a las caricias de la gracia”.

Como precursores del teatro itinerante en Morelos han llevado sus obras a los lugares más recónditos de la entidad, desde teatro de autores clásicos, hasta comedias y creaciones colectivas enfocadas a problemática sociales que afectan la vida de las familias y los jóvenes, dado que también han sido pioneros de un teatro fundamentalmente didáctico, para favorecer la reflexión de temas de alto impacto social, estableciendo una retroalimentación permanente con los espectadores en toda clase de escenarios locales, plazas públicas e instituciones educativas.

De antiguo cine al nuevo centro cultural

Mucho antes de que el Cine Olimpia fuera sala cinematográfica, este recinto fue el Auditorio del Sindicato de los Trabajadores de Textiles de Morelos, que al parecer formó parte del conjunto de construcciones de Juan Dubernard Chaveau, promotor de la primera fábrica textil en el estado, y cuya labor para beneficiar a los trabajadores lo señala como un notable benefactor cultural y empresarial. Este ingeniero textil, historiador, arqueólogo, ingenioso y audaz empresario, apasionado al motociclismo y la mecánica, no sólo buscaba terrenos para diversas instalaciones de la fábrica, sino que consideró terreros que vendió a precios módicos a sus trabajadores, pagados por ellos en la lista de raya (se adelantó al Infonavit), y así logro fundar 12 colonias, entre ellas, Teopanzolco y la Gualter, y hasta una famosa escuela secundaria, la John F. Kennedy, de donde salieron muchos estudiantes (hijos de obreros), que luego se convirtieron en reconocidos profesionistas.

Así que hay mucho más detrás de esta historia, en la que dos teatristas, militantes del teatro corporal y ahora valientes emprendedores como son Paty y Rafa (así como los famosos ‘Pepe y Toño’ del comercial, pero de a de veras), con una visión eminentemente social y su trabajo escénico y de radio orientado fundamentalmente al sector de jóvenes, adolescentes y niños, han logrado el rescate de este espacio monumental, sobre todo si se piensa en las dimensiones de cientos de metros que implican la sala cinematográfica y 15 espacios de los de antes, de techos de tres metros o más, y que no le anda pidiendo nada a las salas del Jardín Borda.

Tras haber realizado un recorrido por sus instalaciones, quedé muy impresionada por aquella discreta entrada que pasa desapercibida en la calle de Motolinía número 4, en el Centro, donde se ubica el recinto, cuya puerta de entrada se abre a un espacio enorme para teatro y eventos diversos, además de que en mi última visita he observado cómo se ha ido transformando en los últimos tres meses; y aunque ya estaba en funciones la primera vez que fui, este nuevo centro cultural, que lleva ya todo el año funcionando, sigue creciendo y amplía sus áreas de acción. Yo, que soy escéptica de oficio, me quedo convencida gratamente de que Paty y Rafa se han lanzado con todo y van sin remilgos, por más y a todo pulmón.

El espacio, además de contemplar ser un foro para producciones propias–mismas que seguirán itinerando en las escuelas y diversos municipios del estado–, ha previsto albergar puestas de todas las entidades del país, así como toda clase de actividades que van desde teatro comercial, comedia, stand up, festivales de música, danza, teatro, y diversas expresiones populares de distinta índole y para diversos públicos; lo mismo que teatro institucional y de tesis, que producciones de la más alta raigambre estética y vanguardia, hasta conciertos de rock, jazz o música folclórica y clásica. En realidad este espacio multifuncional se presta para hacer hasta bailes de salón, fiestas privadas, convenciones o actos de proselitismo, como ya han tenido ocasión de ofrecer a distintas organizaciones e instituciones, lo que les ha permitido hasta el momento llevar un récord de cuatro mil espectadores en lo que va del año. Pero aún no recuperan su inversión, lo que lo mantiene todavía como un proyecto sostenido por un trabajo bestial de sus integrantes, más que otra cosa, y algunas aportaciones de instituciones y entusiastas ‘obligados’ solidarios.

El Centro ofrece salas de exposición y da cobijo a experiencias de realización de pinturas de caballete en gran formato, así como exhibición y venta de obra de todas las técnicas, de fotografía o instalación, permitiendo asimismo la variedad de expresiones artísticas que lindan entre las artes plásticas y las escénicas.

La Cultura en el estado a la deriva

El CCO se proclama como un proyecto incluyente que no descarta ninguna expresión estética, a condición de que sea de calidad y de que se sumen esfuerzos dado que, han experimentado en carne propia, la incapacidad de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado, a cargo de Cristina Faesler, de promover un verdadero programa de cultura que sea un mosaico genuino y representativo de lo que se hace en el estado.

Han señalado ser testigos de ver a los grupos independientes ir a la deriva, ya que la Secretaría sólo beneficia a unos cuántos con dádivas pírricas y ha tenido el mal tino de romper compromisos que la titular había ofrecido inicialmente a la comunidad de teatristas. En el medio cultural es bien sabida la ausencia de propuesta real y efectiva para consolidar un movimiento trascendente, a pesar de que tan sólo en el municipio de Cuernavaca existen artistas consagrados mexicanos y extranjeros de muy alto nivel, la mayoría casi nunca se involucran con la cultura de la entidad (hay sus excepciones como en todo) por no encontrar ese liderazgo de un proyecto que impacte en la localidad, y mejor llevan su producción a otra partes.

Esta falta de identidad local del ejercicio cultural y de lo que acontece, se debe no sólo a la proximidad con la Ciudad de México, que es siempre la excusa más elemental, sino también a una mala trayectoria gubernamental en materia de Cultura que no ha cuajado, ni con los gobiernos priistas; hay que ver tan sólo cómo han dejado en la bancarrota al municipio de Cuernavaca y no se atisba que Cuauhtémoc Blanco atine a dar pie con bola en otra cancha que no sea la del futbol; ni tampoco con los gobiernos del PAN. Y para culminar con el ciclo de la ruina de la administración cultural en Morelos, la directriz que fomenta el PRD ha sido la peor de todas, a juicio unánime de los artistas y creadores, desde hace cuando menos 18 años.

Un esfuerzo que sea de todos

Con mucho esfuerzos, Patricia y Rafael con su grupo de teatro, y a través del tiempo con algunos colaboradores amistosos, han ido levantando el lugar, desde limpiar y restaurar los diversos espacios, adaptarlos, modificar, pintar, desazolvar, reconstruir y construir de primera mano, sin ningún apoyo del Gobierno de Graco Ramírez. No obstante han logrado, sumar a instituciones participantes como el Instituto Morelense de Radio y Televisión, que hizo un video de seguimiento con el proceso de pintura de los jóvenes muralistas, así como con el Instituto Morelense de la Juventud quien, para esta misma actividadm aportó para la Expo Murales.

El director de la compañía Súbito ha mencionado que “no se trata de denostar a la Secretaría de Cultura”, pero es claro que no hay voluntad política para apoyar este trabajo que es notablemente complejo y arduo, y es por eso que han convocado a la sociedad civil a sumarse, a los artistas independientes y a toda clase de instituciones que aquilaten el costo de una empresa como ésta, pero sobre todo, su real valor como un capital intangible resultado del esfuerzo de todos. “Estamos haciendo una propuesta genuina, que nace incluso de los Diálogos por Morelos que convocó el propio gobernador para que la sociedad se organizara”, comenta el director del Centro Cultural Olympia, al tiempo que señala que parte de la importancia de este proyecto, no sólo es por haber rescatado la memoria histórica y patrimonial de este edificio, sino porque están construyendo una alternativa de trabajo y de difusión de la cultura de la que no se está haciendo responsable la dependencia que se encarga de esta labor oficialmente, como el derecho a la cultura que tenemos como sociedad.

Un grupo de artistas nos unimos y creamos el proyecto del Consejo para el Desarrollo de las Artes Escénicas del Estado de Morelos (CODAEM), para desde ahí impulsar proyectos propios –agrega Degar–, pero lejos de ser escuchados fuimos maltratados y abandonados por la institución oficial de Cultura, así que el proyecto siguió adelante y se convirtió en esta realidad que es el Centro Cultural Olympia”.

Residencias artísticas, talleres y escuela de teatro

El CCO cuenta con un hostal para recibir, lo mismo a creadores que vengan a realizar una residencia artística, que para pasar una noche o un fin de semana. Cuentan con servicio de camas hasta para 20 personas, baños y regaderas, así como para guardar alimentos y servicio de wi-fi, lo que significa que estamos ante una nueva oferta en pleno centro de la ciudad, que posibilita a propios y extraños contar con un espacio cómodo y multifuncional.

En el proyecto, se contempla no sólo seguir con talleres de arte y cultura de todas las disciplinas artistísticas, sino abrir una escuela de teatro musical, tan socorrida entre los jóvenes de Morelos, con maestros de voz, canto, baile, actuación, expresión corporal y materias asociadas, que sean la oferta más completa en el género y con miras a la profesionalización de sus egresados.

Teatro, música, literatura, danza, yoga, teatro musical y cabaret, poesía, performance, artes visuales, danza aérea, eventos sociales, talleres y actividades artísticas para niños y jóvenes; así como servicios tienda de productos orgánicos, talleres de artesanía, y hasta un mercadillo de pulgas, son algunas de las actividades y propuestas que se barajan y que promoverá el Centro, con la colaboración de toda clase de artistas y profesionales de la cultura que quieran trabajar en un esquema de cooperación solidaria, mientras se asienta su funcionamiento; y para que el esfuerzo no se diluya ante la ceguera de las autoridades de cultura, que lejos de observar que es un espacio que se suma a las iniciativas para ensanchar el horizonte, parece que trataran de aniquilar toda iniciativa independiente, y vaya que –es justo decirlo– ya empiezan a despuntar en muchas modalidades pequeños espacios de esparcimiento cultural y bohemio en el Centro (lo cual agradecemos a quienes padecemos diario la cultura chatarra de Antorcha Campesina, que en vez de irse a ser labor entre la población más pobre de las barrancas a donde no llega nada, se apiñonan aquí con sus aficionados y grupos musicales, algunos francamente de dudosa calidad artística en ésta, a ratos, ruidosa y ruinosa, ciudad de Cuernavaca).

Lamentablemente la capital morelense, por el deterioro y el abandono principalmente de sus instituciones gubernamentales, pero también por parte de una ciudadanía omisa y pasiva, no ha logrado tener  en su primer cuadro la presencia y la seguridad todavía de un zócalo limpio, artístico y cultural para atender y servir a la demanda de turismo y cultura de todos los que vivimos aquí o visitan consuetudinariamente Cuernavaca.

La sede de la compañía y el Centro Cultural Olympia está en Motolinía # 307, Col. Centro, Cuernavaca, Morelos. Teléfono 777 3 10 4046

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