por Daniela Uribe
El artista suizo Ugo Rondinone muestra un lado peculiar del arte contemporáneo con su exposición Naturaleza Humana, que se exhibe en el Museo Diego Rivera-Anahuacalli, pues evoca el principio de la historia y las emociones primigenias. Esta exposición fue montada previamente en el Rockefeller Center en Nueva York, dando un toque prehistórico a la ciudad del capitalismo estadounidense.
La exposición consta de dos gigantes de piedra de más de 6 metros de altura y 9 toneladas de peso cada uno, que se levantan en la explanada del museo, además de 14 piezas mas pequeñas adentro, en medidas desde los 40 centímetros hasta los dos metros. La base de las figuras está basada en las del sitio arqueológico de Stonehenge, aunque después se agregaron el pecho y cabeza, para crear siluetas antropomórficas.
“Las piezas fueron simplificadas hasta llegar a la forma mas básica para reconocer la figura humana”, comentó el artista al explicar el proceso de montaje. “A primera vista, el humano tiene en su ADN la habilidad de reconocer la figura humana”, agrega. Rondinone explica que la vida se da en cualquier lugar en la naturaleza, aún siendo una roca que permanece intocable en el suelo.
Las piezas tardaron diez días en trasladarse desde la Gran Manzana a la Ciudad de Mexico. Rondinne visitó la capital mexicana hace un par de años en compañía de la curadora Patricia Martín. En su jornada asistieron al Museo Diego Rivera-Anahuacalli y quedaron fascinados por su arquitectura prehispánica; fue ahí cuando surgió la idea de traer a los gigantes a la ciudad.
Las piedras de granito fueron extraídas de una cantera y el tratamiento que recibieron fue muy ligero, para poder mantener su naturaleza, textura y color. Esto es parte del discurso que Rondinone busca compartir en su obra, preponderando lo simple en medio de un mundo cada vez más envuelto en procesos mecánicos y tecnológicos.
En el diálogo que la obra de Rondinone establece con el Museo Anahuacalli, se confronta lo contemporáneo con lo prehispánico. Incluso, al mismo artista le atrajo la impresionante colección de arte prehispánico que reunió Diego Rivera y que resguarda el Anahuacalli, conformada en su mayoría por figuras humanas en diversos materiales. “El arte antiguo no deja de ser moderno”, comentó el director general del Museo, Carlos Phillips.
No hay lugar mejor para alojar a estas piezas que, en su quietud, trasmiten un gran mensaje. Los nombre de las piezas en la explanada del museo llevan por nombre The Static y The Serene, mientras que las figuras de adentro están nombradas como emociones humanas. “Cada piedra está nombrada como un sentimiento humano porque las piedras también sienten”, expresó Rondinone.
Ugo Rondinone ha llevado al arte contemporáneo a otro nivel con esta magnífica exposición, que transmite un sutil mensaje sobre la importancia de las emociones, lo simple, la naturaleza y su belleza en el mundo actual.
La exposición estará hasta el 18 de mayo.
La entrada es de $35 pesos con un horario de las 11:00 am a las 17:00 horas, de miércoles a domingos.