Personajes fantásticos y surrealistas, paisajes coloridos y estridentes, y mujeres de abundantes cabelleras ocuparán los muros de la Pinacoteca del Museo Diego Rivera-Anahuacalli en la exposición En concreto. Arte urbano en el Anahuacalli, que este recinto presenta en colaboración con el Museo del Juguete Antiguo México (MUJAM).
La muestra reúne a nueve representantes del llamado arte urbano o street art, con la intención de reconocer a estos nuevos muralistas que durante años han trabajado en las calles, bajo la influencia de artistas como el propio Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, precursores del muralismo en México.
La curaduría es de Roberto Shimizu, director creativo del MUJAM, espacio que en los seis años recientes ha abierto sus puertas y prestado sus muros para ser intervenidos por artistas urbanos nacionales e internacionales. En esta exhibición participan Neuzz, Motick, Paola Delfín, Fusca, Diego Zalaya, Minoz, Meiz, Nabs D y Daniel Buchsbaum, cada uno dotando de una personalidad diferente a cada uno de los muros de la Pinacoteca del Anahuacalli. Los artistas trabajaron largas jornadas in situ durante dos semanas, pintando el espacio asignado.
“El arte urbano o arte callejero engloba al graffiti, esténcil y otras formas de expresión. Las ciudades clave en el desarrollo de esta corriente son París, Londres, Los Ángeles, Barcelona, Berlín, Sao Paulo y Toronto. México, como cuna del muralismo y gran influencia del arte urbano, es un sitio interesante para esta manifestación artística”, señala Shimizu.
Esta generación de artistas que ha forjado un estilo propio pintando bardas en las calles, con o sin permiso, heredó el interés de los muralistas mexicanos por plasmar en espacios públicos sus preocupaciones e ideas. Si bien algunos de los artistas urbanos buscan que sus pintas reflejen problemas políticos o sociales a manera de manifiesto, como lo hicieran los muralistas, otros utilizan los muros como lienzos para compartir con el público una pequeña parte de su arte y de la influencia que han tenido de la cultura popular.
Abrir un espacio como el Anahuacalli a este tipo de manifestaciones artísticas, les da un lugar significativo en la historia del arte, al permitir que un espacio formal como lo es un museo reciba expresiones urbanas que por algunos pueden ser consideradas transgresoras o vandálicas. Sin embargo, las obras creadas para esta exposición conservan una de sus características de arte callejero: lo efímero, pues durarán el tiempo que la exposición permanezca. Posteriormente, los muros volverán a pintarse de blanco para recibir la siguiente exhibición.
Para Shimizu, la cooperación entre el Anahuacalli y el MUJAM logra concretar una simbiosis de visiones artísticas, aparentemente antagónicas, para obtener una exhibición sin precedentes.
“Con esta exposición demostramos que el arte urbano tiene una gran conexión con el arte mexicano. Son una nueva generación de artistas que ha trabajado de manera muy creativa y artística, que ha tomado las calles con su originalidad, convirtiendo la urbe en una galería, y ahora el Museo reconoce su obra”, afirma Karla Niño de Rivera Torres, coordinadora de exposiciones del Museo Diego Rivera-Anahuacalli.
La muestra permanecerá del 20 de junio al 14 de septiembre en la Pinacoteca del Museo Anahuacalli.