Por Daniela Uribe
@DaniAcuarelas
Una cartografía de asuntos que vienen de lo ilegal, y que muchas veces terminan construyendo parte de la lógica de la violencia en el país, define la muestra Presa y Depredador. Registros de ilegalidad y violencia, que presenta el artista mexicano Moris en la Sala de Arte Público Siqueiros.
Moris busca exponer situaciones que se viven en el entorno de muchos individuos en el país, a través de objetos y montajes de escenarios, donde la violencia y lo ilegal dejan su rastro día tras día.
Es importante resaltar que, aunque la obra trata sobre violencia en México principalmente, no se mencionan situaciones relacionadas con el narcotráfico o crimen organizado; más bien habla sobre la violencia comunitaria urbana. Por lo tanto, al momento de realizar ciertas obras, el artista tuvo que establecer relaciones con personajes cercanos al contexto de la situación de la violencia en las calles, aunque no directamente con ellos por cuestiones de seguridad.
Algunas piezas de la exposición manifiestan locaciones en las que se llevan a cabo actividades ilegales, como la pieza titulada Hermoso Paisaje, compuesta por colchones viejos, cartones y objetos que se encuentran tirados en las calles. Entre estos objetos se encuentran botellas de lata utilizadas como pipas para fumar crack, lo que señala la ilegalidad de estos ambientes en los que viven ciertos grupos de personas en el país.
Moris menciona temas marginales que no muchos mexicanos conocen, al vivir en un México distinto a lo que la exposición demuestra. “Algo importante en el trabajo de Moris es que recurre a entornos marginales, y lo que trata de decir esta exposición es cómo esta violencia que opera aquí en la ciudad no obedece a personajes que sean propiamente malos, sino que es como un desbordamiento en cuanto la condición de carencia, de desempleo, de marginación, de desigualdad, y a partir de esos distintos entornos es que se activan distintos tipos de violencia”, comentó la curadora de la exposición Yameli Mera.
En otra obra, compuesta por tres piezas, se pueden observar códigos y sus significados, que son utilizados por bandas para comunicarse entre sí y saber que casas son aptas para robar fácilmente. “Aparecen en un tríptico, porque en la calle sólo tienes tres oportunidades para aprender una lección”, comentó el artista.
El recorrido a lo largo de la exposición crea una experiencia física y conceptual, en la que el espectador pude vincularse a una situación social en la que fácilmente cualquiera esta propenso a convertirse en una presa y depredador.
“Los objetos exhibidos en la muestra pueden ser usados como un arma de protección, pueden despertar ese instinto de defensa en una persona. La pieza te invita, la pieza te ataca, tú eliges si la tomas o la atacas”, dijo el artista sobre los artículos que componen la exposición.
Todo esto nos lleva a entender cómo la inseguridad de país se ha vuelto un problema crítico para la población mexicana. Por esto, Moris intervino la fachada de la Sala de Arte Público Siqueiros, con la frase Un monstruo camina entre ustedes. En esta pieza el artista colocó ropa usada en palos de madera, como suelen hacer las embajadas con banderas, en representación, o mejor dicho, de una forma irónica, al criticar la seguridad excesiva que se utiliza en edificios y lugares de prestigio.
Las prendas son artículos encontrados por el artista en las calles, los cuales contienen una historia detrás de la misma tela. La obra se titula así, haciendo referencia a los sujetos que al momento de robar se liberan de esa prenda, dejándola abandonada en el piso para no ser reconocidos por sus obras ilegales.
Presa y Depredador. Registros de ilegalidad y violencia abre las puertas al público para reflexionar sobre la situación actual del país, para entender más sobre la marginación en la que vive una gran cantidad de población de México, y las causas de lo ilegal y la violencia que parece aumentar cada vez más con el paso del tiempo.