El principal prodigio de Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) es que seduce con la palabra. En sus crónicas o novelas o, mejor aún, en las charlas que ofrece cotidianamente ante cientos de lectores, siempre termina, inevitablemente, por cautivar a su público.
Basta que comience a platicar cualquier anécdota para que sus escuchas...