Por Patricia Cordero
@lacordero
Imagina que vas a un restaurante en esos que puedes comer todo lo que puedas por un precio módico en una sentada. Comienzas saboreando uno que otro platillo; de repente ves tantas cosas en la barra que quieres probarlo todo; das dos vueltas con el plato rebosante de comida hasta tu mesa, pero...