Leo Matiz (1917-1998), fotógrafo, caricaturista y pintor, originario de Aracataca, Colombia, es uno de los referentes en el arte de la fotografía en América Latina, con reconocimiento a nivel internacional. Su trabajo como fotoperiodista lo llevó a viajar constantemente a diferentes partes del mundo, entablando amistad con varios de los personajes más relevantes del siglo XX.
En 1941, en un contexto postrevolucionario, Leo Matiz llega por primera vez a México, siendo invitado a participar en una muestra colectiva de artistas colombianos por parte del Palacio de Bellas Artes. La exposición fue la evidencia del fuerte intercambio cultural entre los dos países.
Su estadía en el país (1941-1947) le permitió capturar la esencia de un México salvaje y desnudo, no sólo a partir de imágenes de la naturaleza o composiciones abstractas, sino también con retratos de personajes de toda índole. Sus obras son destacadas por desprender una sensibilidad y expresividad capturada en sus modelos. Arrebataba la esencia interna de sus personajes, usando constantemente la luz como recurso narrativo.
“La revista Así me lanzó como reportero gráfico en México. Comencé a buscar temas y descubrí al México antiguo y profundo, eterno y fugaz. Allí estaban frente a mis ojos la arquitectura barroca, la pintura, los murales, las islas Marías y las historias conmovedoras de sus presidiarios, el pulque, los coyotes hambrientos del desierto. El día de muertos, los templos sagrados y la pureza de catan, las hormigas rojas del desierto, las mujeres de Pancho Villa, los árboles muertos, las divas del cine, los cementerios, el colorido de las artesanías, los campesinos y la esperanza remota de su redención”, decía Leo Matiz.
Las manifestaciones culturales nacidas en México en ese periodo habían establecido al muralismo como un movimiento de vanguardia a nivel internacional. Leo Matiz se vio fuertemente seducido por dicha corriente, después de acudir al estudio del pintor David Alfaro Siqueiros, con quien tuvo la oportunidad de compartir visiones artísticas, dando lugar a uno proyecto que pudo conciliar un diálogo entre la fotografía y la pintura mural.
Para Siqueiros era importante la iniciativa fotográfica como parte de la realidad artística. Con ayuda del ojo perceptivo de Leo Matiz, quien le proporcionó poses, modelos y composiciones en instantáneas, David logró brindarle más profundidad y expresividad estética a su obra muralista, enriqueciéndola de manera contundente. Prueba de esta confluencia son el proyecto mural Cuauhtémoc contra el mito y los tableros Tormento de Cuauhtémoc y Apoteosis de Cuauhtémoc, obras que se encuentran permanentemente en los muros del Palacio de Bellas Artes.
A 100 años de su nacimiento, el Antiguo Colegio de San Ildefonso, el Museo del Palacio de Bellas Artes y la Fundación Leo Matiz, unen esfuerzos para traer al público la exposición Leo Matiz: el muralista de la lente. Siqueiros en perspectiva, en conmemoración a su centenario y para mostrar el trabajo realizado por el fotógrafo durante la década de los 40. La muestra estará hasta el 15 de octubre en las salas Rufino Tamayo y David Alfaro Siqueiros del Museo del Palacio de Bellas Artes.
La exposición está compuesta por 40 obras, entre fotografías, grabados, pinturas y documentos hemerográficos, seleccionadas por los asesores en curaduría Estela Treviño, del Museo del Palacio de Bellas Artes, el escritor y periodista colombiano Miguel Ángel Flores Góngora y la presidenta de la Fundación Leo Matiz, Alejandra Matiz.
El proyecto pretende revelar la influencia de la fotografía en el desarrollo de murales y pinturas de Siqueiros, quien utilizó ese recurso artístico para capturar la escena deseada en un instante y lograr la poliangularidad en sus obras, así como la relación amistosa de ambos artistas y el conflicto de 1947 debido al debate público entre ellos. Estas anécdotas se cuentan a partir de cuatro series fotográficas de retratos y modelos, pertenecientes a las colecciones de la Fundación Leo Matiz y de la Sala de Arte Público Siqueiros.
De manera paralela, se llevará a cabo un programa de actividades que constará de charlas, visitas guiadas y la presentación del catálogo, con la participación de especialistas en fotografía, investigadores y fotógrafos reconocidos. Para mayor información, puede visitar el sitio web del museo .
Asimismo, el Antiguo Colegio de San Ildefonso presenta hasta el 17 de septiembre, una retrospectiva que conmemora el centenario del fotógrafo colombiano, a través de 81 fotografías que dan cuenta de las conversaciones, relaciones y el intercambio sostenido con personales significativos de la época.