por Greta J. Rico
Hace unos días la Ciudad de México recibió a un ícono en la historia de la fotografía y de las imágenes en el mundo del arte y las culturas urbanas: Martha Cooper.
Pero, ¿quién es Martha Cooper? Hija de un comerciante que tenía una tienda de cámaras, comenzó a utilizar la primera de éstas a los 3 años. En la preparatoria se inscribió a varios concursos de fotografía y, desde sus inicios, capturó retratos de la vida cotidiana. Más tarde, al cursar sus estudios universitarios, acompañó a los Cuerpos de Paz en una misión a Tailandia donde le pareció muy interesante retratar a sus habitantes, en un afán por entender el comportamiento de otras sociedades y documentar a una cultura diferente.
A raíz de muchos viajes y documentar distintos lugares y personas, decidió estudiar antropología y entró a trabajar como fotógrafa en National Geographic. Sin embargo, mientras cumplía con sus entregas para la revista, Martha seguía retratando otras cosas que le parecían interesantes. En 1968 tomó la primera fotografía de graffiti (Soul Brother). Tiempo después decidió dedicarse a retratar el otro Nueva York y lo que sucedía en las calles de los barrios más bajos de esa ciudad.
Martha encontró un especial agrado por las pintas en las calles y todo lo que ello implicaba, los nuevos ritmos en la música, las nuevas formas de vestir, el lenguaje que utilizaban y la forma en que vivían estas personas. Sin darse cuenta comenzó a formar parte de una importante red de artistas del graffiti, y su trabajo se convirtió en el documento más completo de la evolución del arte urbano y el más reconocido en este ámbito en todo el mundo.
Para Martha, estar en medio de todo esto representaba una excelente oportunidad de aprender, desde otra mirada y con otras perspectivas, la evolución y expansión de las grandes ciudades e incluso un momento único de presenciar cambios en la cultura de las poblaciones urbanas que después determinarían modas y tendencias. De igual forma, para los artistas tener a la fotógrafa cerca era una oportunidad única, pues comenzaron a interesarse por documentar sus obras, ya que en el mundo del graffiti nunca sabes cuánto va a durar una pinta.
Entre sus fotografías, Martha logró documentar cómo nacieron el break dance y el hip hop; con sus imágenes de la cosmopolita Nueva York nos adentra en un interesante estudio de antropología urbana, donde estas subculturas comienzan a ganar terreno y rápidamente avanzan de las afueras hasta el centro mismo de Manhattan.
Importantes artistas como Dondi, Blade, Tracy 168 y Keith Haring, entre muchos otros, pasaron por el lente de Martha. El arte urbano, con sus muchas vertientes como el esténcil, el graffiti o el sticker son cada vez más buscados y apreciados por las personas que habitan las grandes ciudades; como parte de su obra, muchos de los artistas utilizan las fotografías de Martha para expresarse. Ahora podemos encontrar en las calles imágenes de Martha como el principal protagonista de las piezas de los artistas.
Cooper ofreció una conferencia en el Museo Universitario del Chopo, además de presentar la exposición Street Shots en la Galería Urbana del Foro Sol, en la puerta 5 de este lugar. La muestra consta de 14 fotografías impresas en gran formato, seleccionadas de tres series que ha hecho Cooper: Street Play, que presenta niños en los barrios neoyorquinos durante la década de los 70 y 80; Hip Hop Files, con imágenes que narran el nacimiento del hip hoy, y Subway Art, tomadas del libro homónimo que publicó junto con su colega Henry Chalfant. La exposición permanecerá hasta el 15 de mayo y es gratuita.
Si bien han pasado muchos años, Martha sigue inmersa en un mundo donde el aerosol, la creatividad y la clandestinidad son los principales ingredientes, y dedica gran parte de su tiempo a gestionar importantes exhibiciones de graffiti y arte callejero en el mundo. Asimismo, continúa fortaleciendo su red de artistas y colabora en encuentros y proyectos comunitarios, como éste que se llevó a cabo en la Ciudad de México.
La visita de Martha Cooper a México fue parte de un proyecto donde colaboraron HABITAJES AC, el Centro de estudios y acciones sobre el espacio público, Colectivo Graffitiarte, Colectivo Mural, el Museo Universitario del Chopo, la Delegación Iztacalco, L.A.T.A. ( Laboratorio de Arte y Trabajo Alternativo), la Embajada de Estados Unidos en México y la marca de tenis SUPRA Footwear.
Anteriormente, Graffitiarte trajo a México a Henry Chalfant en 2009, ocasión en la que presentó el documental From Mambo to Hip Hop, así como una exposición con parte de su obra.