Arte y Cultura

¡Habrá música italiana antigua en el Palacio de Bellas Artes!

A veces se comenten barbaries en nombre del arte, tal como en la época del barroco sucedió cuando surgieron los castrati, esos cantantes a quienes de niños les extraían los testículos para que mantuvieran su voz aguda, pero que con la práctica se volvía tan fuerte como la de un adulto.

Los castrati surgieron por la discriminación a las mujeres, ya que éstas no podían cantar y subir al escenario según los religiosos de aquella época. Con la cirugía, los hombres podían llegar a ser mezzosoprano y hasta soprano. Actualmente esta práctica ha quedado prohibida y en el olvido, debido a los cambios de gustos en las voces de la ópera y a que comenzó a ser mal visto, aunque la música de esa época sigue siendo una fascinación para algunos, como lo es para la agrupación italiana Il Rossignolo.

Especializados en la música antigua y dedicados a su investigación y ejecución, el grupo está conformado por Martino Noferi (flauta dulce y oboe), Marica Testi (flauta transversa), Boris Begelman (violín), André Laurent O’Neil (violonchelo) y Ottaviano Tenerani (dirección y clavecín). Debutarán en México junto con el contratenor Antonio Giovannini, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes este 31 de marzo a las 20:00 horas, donde presentarán el programa Händel y los castrati italianos.

El repertorio también incluye las Sonatas a trío para flauta, violín y bajo continuo HWV 386b y HWV389, así como piezas dedicadas a Giovanni Battista Andreoni, Gaetano Baerenstadt, Senesino y Andrea Pacini, algunos castrati destacados de la época barroca; todas las piezas están compuestas por el alemán Händel.

El grupo toca con instrumentos antiguos, aunque no en su totalidad, ya que “los instrumentos de viento son más difíciles y peligrosos de utilizar”, comentó Martino Noferi. El violonchelo y el violín sí son barrocos originales. “Esperamos que sea posible contar con todos en un futuro”, aseguró el músico.

Además, explicó que en el instrumento barroco el sonido se debe sentir y es más fácil que en uno moderno, casi como si el propio artefacto indicara cómo tocarlo. En cuanto a las piezas, dijo que estudian mucho la teoría y los autores del barroco, sobre cómo interpretar y aprender a hacer variaciones del sonido.

“El sonido de la música barroca es más fácil de transmitir, va directo al alma; es importante la transmisión de los sentimientos. Es un programa fácil para el espectador, dulce con historias fuertes y dramáticas, piezas muy poderosas con sonidos suaves que van en incremento”, dijo Noferi.

Vuelve a la época del barroco y escucha un poco de música antigua de Händel y los castrati, interpretados por Il Rossignolo y el contratenor Antonio Giovannini,  en el Palacio de Bellas Artes.

 

Salir de la versión móvil