Por: Gerardo López
@grardolpzlm
La Ciudad de México ha ganado su lugar como un punto focal para el arte contemporáneo a nivel internacional, razón por la cual han surgido ferias de arte para promover el talento nacional y extranjero. Tal es el caso de Zona Maco —la feria más grande de América Latina—, y el surgimiento de varias galerías independientes en el área Roma-Condesa. Sin embargo, ¿qué sucede con las propuestas emergentes?
Material Art Fair (MAF) ha decidido establecerse, desde el año pasado, dentro de ese nicho que requiere de atención y difusión.
Ahora, en su segunda edición, MAF será del 5 al 8 de febrero en el Auditorio Blackberry, trayendo consigo a 40 galerías provenientes de lugares de todo el mundo como Toronto, Nueva York, Los Angeles, Glasgow, Estocolmo, Berlín, San Juan, Chicago, Bogotá, Portland, Córdoba y Bruselas, sin dejar atrás las propuestas mexicanas de la Ciudad de México y Oaxaca.
Impulsada por el estadounidense Brett W. Schultz y las mexicanas Daniela Elbahara e Isa Castilla, esta feria busca integrar propuestas innovadoras de calidad por parte de jóvenes talentos, seleccionadas por los curadores Gerardo Contreras (Preteen Gallery, D.F.), Chris Sharp (Galería Lulú, D.F.), Beatriz López (Instituto de Visión, Bogotá), y John Riepenhoff (Green Gallery, Milwaukee).
Con el carácter íntimo de su primera edición, MAF mantiene un reducido número de participantes, aunque eso no es una limitante para presentar por primera vez en México a galerías como The White Lodge (Córdoba), Queer Thoughts (Nueva York), Cooper Cole (Toronto), Michael Jon Gallery (Miami/Detroit), lodos (D.F.), entre otros.
Asimismo, cuenta con un programa de mesas redondas públicas estructuradas por la revista neoyorkina Triple Canopy, una secuencia de proyecciones audiovisuales organizadas por la curadora londinense Anna Gritz, y una librería por parte de Distrito Editorial, la cual ofrece ejemplares en torno al arte contemporáneo.
El aspecto desfavorable de MAF es la falta de información que complemente las propuestas presentadas por las galerías. Probablemente, los avezados en el arte contemporáneo no lo verían necesario, pero para el público inexperto en el tema le sería de gran ayuda. A pesar de ello, vale la pena darse una vuelta por el Auditorio Blackberry y conocer más a fondo lo que plantea esa nueva generación de artistas.
El costo del boleto es de $150 pesos para el público en general y $75 pesos para estudiantes, maestros y personas de la tercera edad. MAF abre sus puertas a partir de las 11:00 h. y cierra a las 20:00 h.