Tenemos la fortuna de vivir en un país donde todos los días sale el sol, o al menos eso pareciera. Cuando se nubla puede implicar cambios significativos en nuestro estado de ánimo, en la música que escuchamos, en la ropa que usamos o incluso en si salimos o no de casa. Pero ¿qué pasa cuando decidimos por alguna razón muy fuerte como el amor, acompañar a esa persona a un lugar donde pareciera que nunca sale el sol, a un lugar frío, donde no importa cuánto te abrace el otro, en donde a veces no logras sentir el calor?
Heimweh – Estaciones es la historia de una pareja. Ella con alma tropical, inquieta, loca, viajera, impulsiva, intensa e imperceptiblemente poco independiente. Él, el loco que la acompaña, que la entiende y que la ama tanto que parece que su corazón estallará en cualquier momento. Sol ( Cecila Zolev) y Jakob (Gonzalo Gúzman) son los protagonistas de esta entrañable puesta en escena y sus actuaciones nos harán involucrarnos de principio a fin en su historia, al punto que muchos de nosotros la haremos nuestra.
Durante toda la obra, los actores van de un lugar a otro del escenario, brincan, bailan, cantan y se besan; se besan en los rincones, se besan susurrando palabras dulces uno al oído del otro, se besan en medio de la nieve, mientras lloran, enfrente de todos nosotros y, cuando apagan la luz, se besan. La escenografía es simplemente maravillosa e ingeniosa y está tan bien lograda que hace que un espacio muy amplio resulte pequeño para las emociones que nos acogerán.
Las actuaciones de Cecilia y Gonzalo son impecables; entre su talento y la excelente dirección de Isael Almanza, la pareja emite una química extraordinaria y logran involucrar al espectador de una manera deliciosa. Con ellos recordaremos las veces que hemos hecho grandes locuras por amor, las veces que hemos jurado que somos capaces de renunciar a todo por él o por ella, las veces que le dijimos a la familia y amigos que la distancia no era tan terrible porque alguien te besa, te besa y te abraza siempre en la obscuridad.
En estaciones nos veremos a nosotros mismos jurando amor eterno, esforzándonos porque las cosas funcionen, por no sentir frío, por entender un idioma que no hablamos, por enfrentar la soledad y, sobre todo, recordaremos aquella vez en que luchamos con todas nuestras fuerzas por lo que más queríamos y será duro recordar que no era al otro sino nuestros sueños, nuestra felicidad y nuestra esperanza.
Heimweh – Estaciones es una obra finalista del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2011, escrita por la joven dramaturga regiomontana Myriam Orva, y se presenta en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico los miércoles a las 20:30 hrs. hasta el 9 de diciembre.