Arte y Cultura

Jorge Ibargüengoitia, más actual que nunca

¿Quién fue el inventor de la torta? Según Jorge Ibargüengoitia se trató de Armando, así sin apellido; este aporte fue fundamental en la “evolución alimenticia de los mexicanos”. No sólo las tortas fueron tema de la escritura del guanajuatense que nació el 22 de enero de 1928. En Instrucciones para vivir en México su sentido del humor se incluye una selección de los artículos que entregó a Excélsior de 1969 a 1976.

La política, la burocracia, el uso del claxon, la muerte, la evolución del taco, la idiosincrasia del mexicano, la actualidad política (que parece no cambiar) y la historia fueron temas que desfilaron por su pluma, tanto en cuentos como en obras de teatro, novelas e incluso textos para niños.

Para conmemorar los 90 años de su natalicio, la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura anunció la publicación de una propuesta dirigida a jóvenes lectores para acercarse a la obra del autor de Dos crímenes; por su parte, Grupo Planeta publicará en marzo Piezas para niños y Cuentos para niños, libros prologados por Francisco Hinojosa, ilustrados por Manuel Monroy y Juan Palomino, respectivamente.

El humor de Jorge Ibargüengoitia siempre fue un sello característico de su obra, algo que él mismo comentó en alguna ocasión:

“Yo creo que he sido un escritor cómico, pero no soy burlón. La burla supone algo de odio o de crueldad, o de desprecio. Generalmente trato de escribir sobre algo que me produce cierta simpatía”.

La vocación de escritor de Ibargüengoitia le llegó por un encuentro accidental con una puesta en escena de Salvador Novo que le hizo dejar la carrera de ingeniería, impuesta por las mujeres de su familia, para ingresar a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en donde estudió bajo la tutela del dramaturgo Rodolfo Usigli.

Aunque su primera obra de teatro, Susana y sus jóvenes, tuvo éxito, fue la novela el género que le dio mayor satisfacción ya que sentía que no debía convencer a nadie más que al lector sobre la calidad de su trabajo.

Ibargüengoitia logró importantes reconocimientos, como el Premio Novela México y el Premio Casa de las Américas, entre otros. Entre sus obras se encuentran Los relámpagos de agosto, La ley de Herodes, Maten al león, Estas ruinas que ves, Las muertas, Dos crímenes, Los pasos de López, Susana y los jóvenes, Clotilde en su casa, La lucha con el ángel, Tres piezas en un acto, El atentado y Viajes en la América ignota, entre otros.

En 1983 le llegó una invitación para un encuentro de escritores en Colombia; pese a no querer en un inicio volar hacia ese destino, finalmente aceptó. Sin embargo, un accidente en el aeropuerto de Madrid acabaría con su vida. Es así que sus restos descansan en Antillón, ciudad de Guanajuato, bajo una placa de talavera que dice:

“Aquí yace Jorge Ibargüengoitia, en el parque de su tatarabuelo, quien luchó contra los franceses”.

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