Arte y Cultura

La CDMX sigue revelando sus misterios, con un nuevo hallazgo en Tlatelolco

Foto: Secretaría de Cultura

Una imponente estructura circular dedicada a Ehecatl, dios del viento, es el más reciente hallazgo hecho en la zona de Tlatelolco, lo cual confirma que aún no conocemos todo sobre la Ciudad de México.

Bajo supervisión del arqueólogo Salvador Guilliem Arroyo, quien encabeza el Proyecto Tlatelolco, en 2014 se demolió el antiguo supermercado El Sardinero y se hizo una exploración a tres metros de profundidad por 12 arqueólogos y otros especialistas, lo que permitió identificar la parte alta de la estructura y recuperar material cerámico y 20 entierros, entre ellos adultos, niños y animales.

En marzo de este año fue descubierta la primera fase de la vieja edificación prehispánica en la calle Flores Magón, la cual mide 11 metro de diámetro y 1.20 metros de altura. La estructura circular se ve relacionada con el antiguo Dios del Viento, Ehécatl-Quetzalcóatl, pues se hallaron una cista para ofrenda en la entrada oriental del templo y siete cuerpos humanos más que se encuentran bajo observación por especialistas.

Foto: Secretaría de Cultura

Otros artefactos ubicados en el templo fueron restos de animales como aves y monos, piedras de obsidiana, espinas de maguey, copal y la osamenta de un recién nacido, quien no fue sacrificado según la antropóloga física Nancy Miramón Valdez. Estos objetos nos ayudan a comprender los tipos de rituales que presentaban los tlatelolcas en honor al dador de viento como elemento de origen para la lluvia durante periodos prolongados de sequía. En total en la historia de la zona se han encontrado más de 43 mil objetos, y en esta etapa se hallaron alrededor de mil, que fueron rescatados completos y se encuentran bajo registro y estudio.

La titular de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, Edwina Villegas, comentó que el consejo de Arqueología y la Coordinación Nacional de Arqueología, ambas instituciones del INAH, aprobaron la instalación de una ventana arqueológica en la acera de la avenida Flores Magón que formará parte del recorrido de la Zona Arqueológica de Tlatelolco.

Foto: Secretaría de Cultura

La actual capital mexicana fue conocida como la gran Tenochtitlan en la época prehispánica y, aunque abarcaba 14 kilómetros cuadrados y era la más poderosa de Mesoamérica, otras comunidades formaron parte fundamental en su historia, entre ellas, Tlatelolco.

Tlatelolco solía ser el centro de comercio más importante en el México prehispánico y cuando un grupo de mexicas inconformes con el sistema de Tenochtitlan se separaron de la gran ciudad, llegaron a poblar esta zona arenosa o punto tlatelli, donde proviene el nombre de Tlatelolco. A diferencia del antiguo Tenochtitlan, la ciudad de Tlatelolco conservó su nombre aún después de la conquista española y sigue siendo una de las zonas arqueológicas más importantes de la ciudad.

“No estamos en la Ciudad de México, estamos en las ciudades de México, donde desde la era prehispánica se van encontrando sorpresas muy gratas en la arqueología”, comentó el Coordinador Nacional de Arqueología, Pedro Francisco Sánchez Nava.

 

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