por Gerardo López
¿Un correo electrónico puede volverse una pieza artística? ¿Qué es más importante, la obra misma o su interpretación?
Una vez más, la artista francesa Sophie Calle (1953) utiliza su propia intimidad como obra artística en la instalación Cuídese mucho (Prenez soin de vous), que se presenta en el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo.
El arte conceptual de Calle se caracteriza por expresarse a través de diversos medios como libros, fotografías, videos, películas y performances, planteando ideas desde una perspectiva única y compleja.
Considerada como una de las artistas más importantes de su generación, ha llevado a cabo numerosos proyectos de enorme trascendencia como Les dormeurs (Los durmientes), el cual consistió en entrevistar y fotografiar a más de veinte completos desconocidos que durmieron en su cama, estableciendo un contacto neutral y distante.
Asimismo, resaltan sus proyectos Suite Vénitienne y Detective. En el primero, Calle se dedicó a perseguir sutilmente a un hombre con el fin de formar parte de su intimidad. En el segundo, la artista encarga a su madre que contrate a un detective para que la siga continuamente y realice un detalle escrupuloso a través de un soporte gráfico, de esa manera comparaba la información del investigador con su diario personal.
En este caso, su proyecto Cuídese mucho se estructura bajo un correo electrónico que recibió de su entonces pareja, retomando la última frase de la despedida epistolar.
A partir del mensaje, Sophie Calle desarrolló su obra con la colaboración de 107 mujeres de distintas profesiones como filósofas, periodistas, escritoras, investigadoras, profesoras, cantantes y actrices; además de contar con la participación de su madre, una adolescente y una niña de nueve años, que analizaron e interpretaron el contenido de la carta.
Con estas voces, Calle elaboró un coro de interpretaciones y evaluaciones que se mezclan y contrastan, buscando propiciar la formación de diversas opiniones en quienes visiten la instalación.
Es una radiografía de una ruptura que meticulosamente disecciona cada significado posible de las frases de un mensaje de despedida, por medio de un conjunto de retratos fotográficos, estudios por escrito y actuaciones en video, que exploran las posibilidades de las emociones humanas, expresando ideas en torno al amor, el dolor, la sexualidad, el trabajo, la intimidad y la identidad desde numerosos puntos de vista.
“Inmediatamente, cuando empecé a trabajar sobre esta carta, he tomado distancia con mi propia pena porque he mirado la carta con otro punto de vista y no como la que la recibe. La carta se volvió como un material y entonces, como lo he dicho, no es una venganza, es como usar un momento de mi vida para tratar de hacer fotos, escribir, crear algo”, describió Sophie Calle.
La obra ha sido aclamada por la crítica internacional y fue realizada para el pabellón francés de la Bienal de Venecia en 2007. Anteriormente, estuvo en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey y ahora llega a la Ciudad de México, donde estará abierta al público hasta febrero de 2015.