por Gerardo López
Son un poco antes de las once de la mañana del 19 de febrero. La gente que circunda el Palacio de Minería admira ansiosa la fachada, adornada con lonas de la XXXV Feria Internacional del Libro. La entrada al público es dentro de unas horas. Sin embargo, la entrada del recinto ya se encuentra repleta de gente. Los medios son los primeros en arribar para presenciar la inauguración oficial de una edición más del conocido encuentro editorial.
El Salón de Actos, ubicado en la planta alta del inmueble, se encuentra custodiado por organizadores y corpulentos hombres de traje que vigilan minuciosamente a quien se aproxime para entrar. Todos tienen que portar un gafete de prensa o ser invitados distinguidos.
La sillería de madera comenzaba a ser ocupada por miembros de la prensa; en especial los ávidos camarógrafos, en busca de imágenes exclusivas de los ponentes.
Pasadas las doce, una tormenta de clicks y flashes comienzan el caos mediático, seguido de murmullos, frenéticos aplausos y forzados apretones de manos.
Los expositores toman asiento. De izquierda a derecha se acomodan: el director de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Gonzalo Guerrero Zepeda; el ex rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, Enrique Fernández Fassnacht; el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), Rafael Tovar y de Teresa; el gobernador del Estado de Morelos, Graco Luis Ramírez Garrido Abreu; el Rector de la UNAM, José Narro Robles; el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; el ex Presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, José Ignacio Echeverría Ortega; y por último, el director de la Feria Internacional del Libro, Fernando Macotela Vargas.
El primero en pasar al estrado es el ingeniero Guerrero Zepeda, quien da una introducción de la programación de la Feria, priorizando el papel de la UNAM. “Llegando a su XXXV aniversario, la feria ofrecerá al público 1,440 actividades, de las cuales 45% han sido generadas por dependencias de la Universidad Nacional Autónoma de México”, resaltó.
El siguiente orador es Echeverría Ortega, quien ahonda en el tema de la producción literaria, del poder que un libro tiene y de todo el bagaje cultural que representa. Posteriormente, toma la palabra el director de CONACULTA, quien asiste en representación de Emilio Chuayffet, titular de la Secretaría de Educación Pública.
Tovar y de Teresa destaca el rol de la Feria como un punto de referencia para el encuentro de editores, autores y lectores en un solo espacio. Asimismo, distingue las tres efemérides principales de escritores que hicieron grandes aportes a la literatura nacional: José Revueltas, Efraín Huerta y Octavio Paz. También confirma el compromiso de CONACULTA con la palabra escrita y anuncia el uso de plataformas virtuales para unir la lectura al veloz avance tecnológico en el mundo.
A continuación, Miguel Ángel Mancera inicia su oratoria convocando a distintos sectores de la ciudad para que visiten la Feria en los días que estará presentándose. Prosigue hablando de su “gobierno que busca la inclusión” en materia cultural con la intención de promover “la paz y la convivencia”. “La parte de la política cultural de todo gobierno debe de marcar y debe transitar con la finalidad de formar ciudadanos, dueños de sus ideas y de sus pensamientos, críticos, propositivos”, dice. Al final concluye con el compromiso de la Ciudad de México con este tipo de eventos culturales y agradece a su máxima casa de estudios, la UNAM, por la extensa participación que la ha caracterizado.
El último en pasar es el rector de la UNAM, José Narro, que abre su discurso agradeciendo la presencia del español Rodríguez Zapatero a la inauguración de la Feria y otorga el crédito a la Facultad de Ingeniería por organizar una edición más en el Palacio de Minería. De igual manera, reconoce la participación del gobierno morelense, que aportó alrededor de cien actividades al programa del festejo al libro y la lectura.
Después de los numerosos agradecimientos, Narro muestra preocupación del analfabetismo en México, a pesar de los infructuosos esfuerzos de distintas instituciones educativas por inculcar un gusto y amor a la lectura en el sector juvenil nacional. “En la palabra está el secreto de nuestra especie. Ella es el código de la cultura. No hay duda de que el lenguaje escrito tiene un papel fundamental en el desarrollo de los pueblos. La lectura tiene el poder de transformar a los seres humanos“.
El rector de la UNAM pasa a las cifras: hay más de cinco millones de analfabetos en México, así como 32 millones de personas mayores de quince años en situación de rezago educativo; por ello es necesario llevar a cabo acciones efectivas para erradicar esa “vergüenza nacional que es el analfabetismo”.
Para finalizar, consagra el acto de leer como una manifestación de libertad y de intercambio cultural, para después recitar el lema de la UNAM: “por mi raza hablará mi espíritu”.
Pasados algunos minutos, la sala estaba semivacía y el sereno ambiente circundante reina una vez más. Afuera, las salas del Palacio de Minería estaban invadidas por miembros de la prensa, que se maravillan por lo que ofrecen los stands de las editoriales participantes en esta nueva edición de la Feria del Libro que como cada año, promete una nutrida programación para los amantes de la lectura.
La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería se lleva a cabo del 19 de febrero al 3 de marzo. Consulta el programa completo de actividades.