Siempre me ha interesado acercar a los niños al arte y no es cosa fácil, precisamente porque las exposiciones están pensadas para ser recorridas por adultos.
Entenderán mi emoción al enterarme de que el Museo Nacional de Arte presentaba La merienda del señor Verde, una exposición para niños que gira en torno al libro del mismo nombre del ilustrador y escritor español Javier Sáez Castán.
Invité a mis sobrinos y nos lanzamos a la aventura.
Los primeros te llevan a una estancia muy acogedora en donde todo es, pues… verde, claro. Cuadros verdes, sillón verde, mesa verde y ahí inicia la historia. Recordemos que es una exposición sobre un libro, así que es como abrirlo y poder entrar y pasear por cada una de sus páginas.
Muy pronto conocemos las peculiaridades del señor Verde y de sus amigos: el señor Púrpura, el señor Azul, el señor amarillo, el señor Marrón y el señor Negro.
Conforme avanzábamos podía ver la emoción y curiosidad en las caras de mis sobrinos, siguiendo los pasos, siguiendo la historia. Me encantó verlos tocar, jugar, saber que es una exposición para ellos, con la que realmente pueden interactuar.
Y yo, como la adulta con una gran niña interior que soy, estaba feliz, deseosa de descubrir el final de la historia.
No se preocupen, no les contaré en qué acaba; sólo les diré que no pierdan tiempo porque sólo quedan 2 días para que conozcan La merienda del señor Verde, que se despide de este hermoso recinto el domingo 7 de enero.