Arte y Cultura

#LunesDeLibros Liniers y su explosión de creatividad en Macanudo 4

 

Por Magdalena Carreño

@nuitaile

Sorpresa tal vez sea la palabra que mejor describe las tiras cómicas de Ricardo Siri, mejor conocido por sus lectores como Liniers. Sus “dibujitos”, como él los llama, despliegan una serie de emociones, anécdotas e ideas, las cuales fácilmente logran conectar con quien las mira y lee.

Desde el 2002, su tira Macanudo es publicada en el periódico La Nación, de Argentina, y desde el 2004 en ese país La Editorial Común edita una recopilación de las historietas, que ha llegado ya al tomo 10.

En México, la editorial Sexto Piso se dio a la tarea de traer a los personajes de Liniers en 2012, cuando editaron el primer volumen de Macanudo en el país. Este año continúan con la tarea en Macanudo – 4.

La diversidad de los personajes que pueblan el universo de Liniers proviene de la inquietud de su autor por “hacer un lugar tan libre que pueda dibujar cualquier cosa que se me pase por la cabeza”. Tal vez esta sea la fórmula que utiliza para no repetirse al hacer una tira diaria.  “Necesito tener esa especie de planeta, así como paralelo, en donde puede agarrar cualquier personaje y ver a donde me lleva ese día”, explicó durante su visita a México en 2012.

Personajes van y vienen, desde Martincito y su amigo imaginario Olga, hasta las aventuras de la pequeña Enriqueta junto a su gato Fellini y su osito Madariaga; también están Oliverio La Aceituna, Lorenzo y Teresita, Z-25 el robot sensible… la imaginación de Liniers no tiene límites.

Incluso, este año fue elegido por la prestigiada revista The New Yorker para ilustrar la portada de la tercera semana de marzo, hecho que compartió en su cuenta de Twitter (@porliniers), red social en la cual suele compartir “cosas extrañas para que la gente se divierta”.

Sus historietas logran asombrar y conmover, ya sea por la inocencia que despliegan los personajes, porque estampan en la cara alguna verdad casi olvidada o porque logran desconcertar lo suficiente al lector para hacerlo pensar por un buen rato sobre lo que acaba de ver.

Esta mezcla hace fácil que el lector se reconozca en alguno de estos seres. Tal vez, de forma casual, se reconozca siendo parte de Gente que anda por ahí o bien, se transforme en un pingüino o un duende. El mismo Liniers es uno de estos “dibujitos”, representado como un conejo con aventuras cotidianas como las que viven sus lectores.

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