por Gerardo López
@grardolpzlm
Después de ser sede de numerosas actividades musicales, la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas se llenó de luces, humo y un puñado de músicos alemanes que hicieron bailar a cientos de personas, como parte de la programación del Festival Internacional Cervantino (FIC).
La noche electrónica alemana ya es bastante conocida entre el público joven que asiste continuamente al FIC, y así se hizo notar con la asistencia. Al inicio, la fila para ingresar a la explanada era inmensa, pero todos iban entrando lentamente.
La primera en salir al escenario fue la banda The Notwist, agrupación alemana de indie rock formada en 1989. Han emigrado entre distintos géneros, desde el heavy metal hasta un rock con tintes oscuros. Actualmente encontraron su sonido en la escena electrónica, la cual ha influido enormemente en ellos.
Con nueve materiales discográficos a lo largo de su trayectoria, la banda compuesta por Markus Acher en la guitarra y voz, Michael Acher en el bajo, Martin Gretschmann en la programación y Andi Haberl en la batería, inauguraron la noche electrónica con su mezcla entre indie rock y toques electrónicos, mostrando una propuesta fresca que hizo que el público cervantino no parara de bailar, gritar y chiflar eufóricamente.
Al finalizar su presentación, hubo unos quince minutos de descanso, momento el cual muchos aprovecharon para salirse y regresar posteriormente; otros, de plano no regresaron.
Ahora era el turno de los DJs Sportbrigade Sparwasser, compuesto por Marc y Mark, figuras veteranas de la escena techno en Alemania. Con más de trece años de trayectoria se han consolidado en varios festivales a través de Europa.
Los beats pesados y rítmicos, las mezclas minimalistas de los sonidos que emitían y el diseño de luces que los acompañaban contribuyeron a crear una atmósfera de ensueño, donde las personas bailaban sin cesar, congregándose en el centro del escenario y gritando a todo pulmón. A pesar de ello, el público de las gradas al extremo opuesto del escenario se mostraron más entusiasmados con la música de Sportbrigade Sparwasser.
Sus primeros beats fueron de los más poderosos, los cuales compelían a cualquier persona a mover los pies frenéticamente. Sin embargo, después de unos minutos el ritmo comenzó a volverse algo repetitivo, lo que provocó que muchos dejaran de bailar y prefirieron ponerse a platicar o a tomarse fotos saturadas de luces vibrantes. Los cambios drásticos que los DJ’s realizaban de cuando en cuando era lo que hacía que la gente volviera a adentrarse a la música.
Aun así, al terminar su espectáculo, la gente les aplaudió agradecida por ese rato de frescura, baile y espontaneidad que nos regaló la noche electrónica alemana. Sin duda, una buena manera de cerrar la noche del viernes en la mágica ciudad de Guanajuato.