Por Magdalena Carreño
La obra de Julio Verne es reconocida por ser precursora de la ciencia ficción como género literario. El autor, nacido en Nantes, tenía una gran pasión por el conocimiento, lo que lo llevó a las bibliotecas de París para obtener la información que sustentaría muchas de las que son consideradas “predicciones” en sus libros.
Sin embargo, en El castillo de los Cárpatos, Julio Verne se aleja del rigor científico para entregar una historia donde las supersticiones, los fantasmas y entes demoniacos son el eje.
En la meseta de Orgall se levanta a la vista una fortaleza que data del siglo XII; es el castillo de los Cárpatos en Transilvania. Este lugar amenazado por la ruina, abandonado y siniestro, llena la fantasía de los habitantes de los pueblos cercanos, dotándolo de espíritus y seres malignos, por lo que tratan de evitarlo a toda costa.
Sin embargo, un día un pastor, de nombre Frik, descubre que algo está pasando en ese emplazamiento al divisar un extraño humo que escapa de sus muros. El guardabosques Nic Deck y el doctor Patac intentarán entrar al castillo sin éxito y aumentado el asombro de los pobladores de Werst.
Será el conde Franz de Trélek quien se encargue de develar el secreto que ahí se oculta, ligado a su ex prometida Stilla, quien falleció sorpresivamente mientras cantaba la última escena de la ópera Orlando.
A pesar de la oscura atmosfera que construyó Julio Verne en esta obra, publicada en 1892, la narración ofrece un sorprendente giro que regresa al lector a los mundos habituales que maneja el escritor. Incluso, hay quienes afirman que se prefigura la invención del holograma y la televisión en esta narración.
No dejará de sorprender la habilidad para describir detalladamente la geografía y naturaleza de los Cárpatos, destreza obtenida de las arduas investigaciones que realizaba el también creador de La vuelta al mundo en 80 días.
Por otra parte, al igual que el resto de sus obras, en este título los personajes se ven envueltos en una gran aventura, la cual seguramente mantendrá intrigado a quien se adentre en sus páginas.
El castillo de los Cárpatos, de Julio Verne, es editado por la Dirección General de Publicaciones del Conaculta en su colección Clásicos para Hoy.