Manon es un ballet clásico de 1974, originalmente coreografiado por el inglés Kenneth MacMillan, en aquel entonces director artístico del The Royal Ballet, basado en la novela L’Histoire du Chevalier des Grieux et de Manon Lescaut de Abbe Prévost (1731) y presentado con música de Jules Massenet. Ahora es una obra solicitada por muchas compañías del mundo.
Es así que Mario Galizzi, director artístico de la Compañía Nacional de Danza, trae desde Londres a México el montaje de Manon, con la supervisión y un espléndido trabajo del coreógrafo repositor Karl Burnett, Patricia Ruanne y un elenco de jóvenes bailarines de la casa. Dicho espectáculo se presenta en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes los días 19, 21, 23, 25 y 26 de noviembre.
La obra consta de tres actos en los que se narra la historia del caballero Des Grieux y de la joven Manon Lescaut, desnudando a la vez las cualidades humanas, así como develando sus más oscuros deseos. Manon es amante de los lujos y las comodidades, además de poseer una coquetería grácil; Des Grieux es un joven noble que se enamora perdidamente de Manon. Ambos encontraran obstáculos que les impedirán conseguir sus objetivos; en el camino se encontraran a varios personajes que tratarán de impedirlo, pero serán sus monstruos internos los que conviertan en tragedia esta bella historia.
El vestuario y las escenografías exponen detalladamente cada situación, con una elección y elaboración que te transporta a una era diferente a la que se vive. Podrás ser testigo de escenas tan bellas como dolorosas, desde un inocente enamoramiento, un elegante baile, hasta la crudeza de la prostitución y los vicios, dejando en evidencia la brutal diferencia entre los estratos sociales de la época.
Ya que el objetivo es contar la historia sin necesidad de diálogos, Galizzi asegura que ha sido un reto para la compañía el descubrimiento de cada personaje entre los bailarines, así como su desarrollo a nivel artístico y expresivo, más allá de la técnica que siempre presume el ballet.
Además, es musicalizado por la Orquesta del Teatro de Bellas Artes bajo la dirección de Srba Dinic, lo que le da un toque mágico y seductor a la experiencia de presenciar un evento como Manon. Y agregándole un plus a esto, la oportunidad de entrar al Palacio de Bellas Artes, que bien hace alusión a su nombre, es algo imperdible debido a su hermosa arquitectura y a la ornamentación que gozan sus interiores, un edificio en suma elegante, que será el primer placer a disfrutar.