Mientras unos salen del clóset, yo me metí a él e hice lo propio: saqué todo lo que no me queda (el clásico, cuando vuelva a ser talla 7… jaja… pa’fuera). Y así, lo de la tía buena onda que te compró en Navidad, esa prenda que detestas y aquel abrigo que, sí, está bien que lo compraste en Europa, pero ya estuvo, ¿no?
¿A dónde y qué hacer con este roperío?
Hoy la única empresa que ha lanzado una iniciativa en el mundo para reciclar la ropa es H&M (en México tiene sucursales en Santa Fe y Toreo, además de otros estados de la República) y lo hace porque sabe que la ropa tiene forma de reciclarse y reusarse casi al 100 por ciento. La fórmula se expresa en tres maneras: reuso, ropa en buenas condiciones; reutilización, ropa vieja y textiles que se pueden usar como trapos; y reciclaje, todo lo que puede convertirse en fibras textiles.
Hasta ahora, la compañía ha recogido 3 mil 047 toneladas de prendas de vestir viejas, unas 15 millones de camisetas.
¿Qué onda? Ya deshazte de algo por favor, y ¡no te lo pongas!