Arte y Cultura

Nicolás Alvarado lleva por la ciudad sus burbujas llenas de teatro, en el Dramafest

por Patricia Cordero

@lacordero

Lograr la intimidad en el espacio público resulta un gran reto en una ciudad de millones de habitantes. ¿Cómo hacerlo? Nicolás Alvarado, en su faceta de dramaturgo y productor teatral, encontró la respuesta en las “burbujas urbanas”, estructuras de acrílico similares a las esferas de nieve que fungen como souvenir en algunos países, y que desde hace 2009 son escenario de una de las propuestas del Dramafest.

Dentro de éstas se presenta Te vuelvo a marcar, un conjunto de cuatro monólogos que rinden homenaje a los escritores Efraín Huerta, Jorge Ibargüengoitia, Octavio Paz y José Revueltas, bajo la dirección de José Luis Aguilera Velasco, y con las actuaciones de María Aura, Leticia Huijara, Emilio Guerrero y José Sefami.

Si bien los actores están encerrados en la burbuja, las estructuras cuentan con un sistema audio de gran calidad, que permite que el público pueda escuchar la obra. Asimismo, este pequeño espacio escénico ayuda a concentrar la atención del espectador, incluyendo algunos elementos escenográficos, que en este caso son aparatos telefónicos.

“La virtud de las burbujas es que te permiten crear un espacio íntimo, una cuarta pared en un lugar en donde no la hay. El problema del teatro de calle es que permite toda intimidad y toda distancia; el teatro de calle casi te asalta y eso permite crear efectos muy lindos. Pero, si quieres presentar cosas más íntimas en la calle, es imposible hacerlo si no tienes una estructura que permita crearlo”, explica Alvarado.

El también periodista navegó de la tragedia a la comedia a lo largo de los cuatro monólogos, inspirado en textos originales de los  escritores homenajeados. “A tres de ellos los conocía muy bien. Soy muy buen lector de Huerta, Paz e Ibargüengoitia; a Revueltas lo conocía menos y entonces me eché un clavado importante y leí cosas que no había leído”, confiesa Alvarado.

Una llamada telefónica es el pretexto que une las historias, en que los personajes hablan con un interlocutor desconocido, quien protagonizará la siguiente anécdota. Asimismo, las política cruza de manera casi sutil a través de las cuatro obras. “Quería comenzar haciendo una historia que fuera muy ligera y se fuera volviendo más y más y más oscura y ominosa”.

María Aura protagoniza el monólogo Definiciones de libertad, inspirado en la obra homónima de Efraín Huerta, aunado a algunos otros poemas eróticos, cómicos y hasta políticos, para construir la historia de Sandra, una vedette del Ciro’s que está enamorada de un poeta. “Es una comedia frívola, en donde la política es un enemigo. La vedette quiere que el poeta le escriba poemas de amor, pero este poeta sólo escribe poemas de amor a Stalin, y eso la tiene muy frustrada”, detalla.

De Ibargüengoitia, Alvarado tomó textos periodísticos como Instrucciones para vivir en México Sálvese quien pueda, en donde se encontró con “extraordinarias parodias de discursos políticos, textos desternillantes en los que se burla de manera elegantísima de la retórica Priísta”, dice. La actriz Leticia Huijara es quien presenta este monólogo, como la secretaria y amante de un diputado que, por ascender políticamente está atenida a la consigna de sabotear la campaña de su jefe y amante, y lo hace suministrándole discursos políticos absurdos.

De Revueltas, el dramaturgo tomó Los errores, y rescató un fragmento en el que un preso político escapa de la cárcel por una cañería, episodio que es interpretado por José Sefami.  “Es uno de los momentos que más me han conmovido como lector de narrativa”, afirma.

En el caso de Paz, explica, lo complicado fue hacer un ejercicio de compresión, al enfrentarse con una obra tan vasta. “Me quise concentrar en una sola cosa y junto con el director José Luis Aguilera, nos interesamos por la figura de El ogro filantrópico y por la concepción que tenía Paz tanto del estado como del PRI”, cuenta. El resultado fue Post Scriptum, que es actuada por Emilio Guerrero. “Es un secretario de estado, un fenómeno que hemos olvidado, el del buen priísta, el que no era corrupto sino que estaba integrado al sistema porque era la única forma de hacer cosas. Hubo muchas figuras que respondieron a esa descripción y que siguen haciéndolo. Tiene una triste conciencia, porque ni le sirvió ser priísta, ni se siente de izquierda ni de derecha, hasta que descubre que mejor hubiera sido escritor”, dice.

Te vuelvo a marcar se presenta el sábado 23 y domingo 24 de agosto en el jardín escultórico del Museo de Arte Moderno (Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec); sábado 30 y domingo 31 de agosto en los jardines del Cenart (Río Churubusco y Tlalpan). Las funciones son a las 12:00 del día y la entrada es libre.

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