Si no sabes qué hacer en tus vacaciones de fin de año, una alternativa puede ser ir a patinar sobre hielo. Si nunca te has animado, aquí te dejamos algunas recomendaciones para tu primera vez.
NOTA: como en todo, debes estar preparado para caer, aunque recuerda que siempre te puedes levantar y seguir intentándolo. También puedes optar por contratar un instructor, o si te quieres aventurar a hacerlo tú solo, sigue leyendo. Si has patinado sobre ruedas, es casi lo mismo, solo que mucho más resbaloso, y es posible que el equilibrio se pierda fácilmente.
- Elige la pista de hielo que te quede más cerca. Aunque no hay demasiadas en la Ciudad de México, es recomendable que la que elijas tenga mantenimiento constante y buenos patines, para que no sufras de algún accidente y te sea más fácil deslizarte. Podrías aprovechar ir a la del Zócalo, que estará hasta el 10 de enero y la entrada es gratuita.
- Una vez en el lugar, pide tus patines como tu número de zapato, aunque puede que no tengan medios. Lleva calcetines gruesos y, de ser posible, que te lleguen a la pantorrilla.
- Busca dónde sentarte y ponte tus patines. Debes ajustar bien las agujetas, desde abajo hasta arriba, para que el patín no te quede flojo. No las dejes colgando; si aún quedan muy largas, haz un doble nudo.
- Cuando te pongas de pie debes sentir firmes los tobillos. Camina hacia la pista y entra en ella agarrándote de la orilla, pues puede ser más resbaloso de lo que crees.
- Una vez que hayas sentido el hielo, comienza con un pie a la vez y, de ser necesario, apoyándote de la orilla. Aquí tus brazos son importantes ya que son los que te ayudarán a mantener equilibrio o hasta impulsarte. Tal vez empezarás dando pequeños y torpes pasitos, que con el tiempo y la confianza, te permitirán deslizarte fácilmente.
- Un pie adelante mientras que el otro lo impulsa para deslizarse, como cuando se baila un vals, solo que siempre vas hacia adelante. Cuanto más velocidad tomes sentirás el viento en tu cara y tendrás una sensación de libertad, pero contrólala o causarás un accidente.
- ¡No te presiones! Tú mismo te darás cuenta cuando estás listo para dejar la orilla. Algo importante es que debes seguir el flujo de la gente, o al menos de la mayoría, si no quieres estrellarte con alguien.
- Frenar con éxito es algo que los profesionales, o los que ya tienen práctica logran. Comúnmente la gente se da cuenta cuando alguien es principiante y lo esquivan, pero si crees que chocarás con alguien o con algo, desliza uno de tus pies hacia un lado para que jale tu cuerpo y cambies de dirección.
- Cuando pierdas el equilibrio, intenta mantener tus pies paralelos y controlar tu cuerpo para no tambalearte mucho. Aunque si la caída es inminente, prepárate para no solo golpearte, sino también quedar mojado, aunque eso no debe agobiarte, pues pasa más seguido de lo que crees, además de que es necesario para que pierdas el miedo. Todos nos hemos caído más de una vez, y no sólo en el hielo.
- Al finalizar regresa los patines, seguro que al ponerte de nuevo tus zapatos y caminar sentirás una extraña sensación, como si siguieras en el hielo, algo similar a cuando sales de nadar. No te preocupes, se pasará en unos minutos. ¡Siéntete orgulloso! Acabas de practicar un deporte internacional en territorio nacional.
No te sientas mal por no haber patinado sobre hielo antes, si es que no lo había hecho, pues en la Ciudad de México no son tan comunes las pistas de hielo, como en los países en donde nieva y los lagos se congelan, creando gigantes y resbaladizos escenarios. Esta es sólo una lista de sencillos consejos para que te animes a patinar en hielo. La experiencia será totalmente tuya.